EL CORREO, 03/11/12
Les facilitará nuevos permisos para subrayar ante el EPPK que los internos deben romper con el pasado si quieren obtener beneficios penitenciarios.
Desde la página 1 BILBAO. El Gobierno de Mariano Rajoy quiere favorecer el discurso de los presos disidentes de ETA frente a quienes mantienen en las cárceles las posiciones más ortodoxas dentro de la banda terrorista. El Ejecutivo tiene previsto facilitar en los próximos meses nuevos permisos y otra serie de beneficios penitenciarios al grupo de internos conocidos con la denominación de ‘vía Nanclares’, término que creó el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero para aludir a aquellos reclusos etarras que habían roto o habían sido expulsados de la organización terrorista por discrepar del mantenimiento de la lucha armada.
Las medidas se aplicarán de manera «discreta» y «con cuentagotas», en un intento de no incomodar a las víctimas, pero sí que se llevarán a cabo de una forma visible para los presos de ETA, según fuentes conocedoras de los planes del Gobierno del PP. El pasado verano, las críticas de las asociaciones de damnificados obligaron al Ministerio del Interior a impedir la presencia de José Luis Álvarez Santacristina ‘Txelis’ en un curso de verano de la UPV. El recluso pretendía leer una carta en la que asumía la equivocación de haber militado en la banda terrorista. La misiva sí se leyó en aquel curso, pero el interno permaneció en su celda, sin optar al permiso que se le había prometido.
El objetivo ahora es que, con una gran discreción, «se pueda visualizar que hay movimientos» en las cárceles y que «el camino a seguir es el que trazó la ‘vía Nanclares’ o el nombre que se le vaya a dar ahora». Y todo sin molestar a los colectivos de víctimas. Juego de equilibrios. De hecho, las fuentes consultadas reconocen que no hay un «programa específico» de actuaciones para este colectivo, y que las medidas se irán tomando «sobre la marcha» en función de cómo responda «la sociedad».
La necesidad de poner en valor la «reflexión» que desde hace años han efectuado los reclusos disidentes, encabezados por, entre otros, exdirigentes como Carmen Gisasola, el propio ‘Txelis’ o José Luis Urrosolo Sistiaga –recluidos ahora en el nuevo centro alavés de Zaballa–, lleva meses en la agenda de los Ejecutivos central y vasco. La cercanía de las elecciones en Euskadi ha retrasado la «materialización» de esos «pasos», según ha podido confirmar este periódico en representantes del Gobierno autónomo en funciones y en cargos políticos cercanos a Rajoy.
Las mismas fuentes ponen como ejemplo el acto que el pasado 23 de octubre protagonizó Gisasola. La exjefa de los comandos de ETA dio una rueda de prensa para presentar la novela en euskera que ha escrito en prisión. El libro, titulado ‘Gaur zortzi’, narra las vivencias de una madre que ve cómo su hija se fuga de casa para incorporarse a la banda terrorista. «¿Cree alguien que la presencia de Gisasola en ese acto literario se pudo llevar a cabo sin que lo permitiera el Ministerio del Interior?», advertía ayer una de las fuentes consultadas por este periódico, que prefiere mantenerse en el año.
EL CORREO, 03/11/12