ABC 24/12/12
Con la oposición bajo mínimos, el PP registra un balance positivo en las citas electorales y en los sondeos
La crisis económica y los recortes aprobados han desgastado al Gobierno de Mariano Rajoy en tiempo y niveles récord, con una caída que roza los 10 puntos en menos de un año en estimación de voto. Pero, pese a todo, el PP mantiene una diferencia considerable sobre un PSOE que no levanta cabeza, en plena crisis interna, y que no ha sido capaz de recuperar un milímetro el terreno perdido en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011. El último barómetro del CIS, del mes de octubre, reflejaba una distancia de 7,3 puntos del PP respecto del PSOE.
JAIME GARCIA El Gobierno en pleno ante la puerta del Palacio de la Moncloa en su primera reunión, el 23 de diciembre de 2011
El Ejecutivo aguanta en las encuestas, tras un año en el poder. «Estoy convencido de que cumplir con mi deber me llevará a volver a ganar las elecciones», afirmó Rajoy en la entrevista que publicó ABC el 2 de septiembre.
A lo largo de este año, el Gobierno ha podido testar el apoyo de los ciudadanos en diferentes elecciones autonómicas. La primera cita fue en Andalucía, el 25 de marzo. Por primera vez ganó el PP en una Comunidad gobernada siempre por el PSOE, pero no alcanzó la mayoría absoluta, y los socialistas pactaron con IU para quedarse en el poder.
El 21 de octubre, Rajoy se sometió, de manera indirecta, a una doble prueba en las urnas, en Galicia y en el País Vasco. Se la jugaba principalmente en su tierra natal, donde la pérdida de la mayoría absoluta, y por tanto del Gobierno, habría sido un duro varapalo para su partido, pero también para él. El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, no solo revalidó su mayoría para gobernar, sino que ganó tres escaños más respecto a 2009, frente a un PSOE descompuesto. En el País Vasco, con la vuelta de Bildu, el escenario cambió por completo, y el PP perdió unos 16.000 votos y tres escaños (el PSE obtuvo nueve diputados menos).
En Cataluña, el PP rompió su techo, ganó 84.131 votos y obtuvo 19 diputados, uno más que en las autonómicas de dos años antes. Pero su victoria política fue doble, por el fracaso estrepitoso de Artur Mas en unas elecciones que presentó como un plebiscito.