EL MUNDO 18/03/14
· Margallo afirma que el «paralelismo» entre ambos referendos es «absoluto» / Morenés califica de «inaceptable» una declaración unilateral de independencia.
El Gobierno se lanzó ayer a establecer vínculos entre el proceso secesionista de Crimea y el órdago soberanista catalán, como réplica a la escalada de declaraciones que la Generalitat ha realizado en los últimos días para reclamar al Ejecutivo que permita la consulta de autodeterminación. Después de que Artur Mas amenazara con proceder a una declaración unilateral de independencia si Mariano Rajoy no inicia un proceso de negociación que culmine en la celebración del referéndum, dos pesos pesados del Gobierno aclararon ayer al presidente catalán que sus planes no son legítimos.
De un lado, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que consideró «absoluto» el «paralelismo» existente entre Crimea y Cataluña. Del otro, el titular de Defensa, Pedro Morenés, que calificó de «inaceptable» la ruptura unilateral contemplada por el jefe del Ejecutivo catalán.
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, defendió que la similitud entre el referéndum celebrado en Crimea y la consulta soberanista catalana se sustenta en que la Constitución ucraniana establece la integridad territorial del país, algo que es «exactamente igual a los preceptos que tiene la Constitución española y todas las constituciones del mundo salvo la de Etiopía».
Tras la reunión de ministros de Exteriores de la UE que ayer tuvo lugar en Bruselas, García-Margallo recordó que la consulta celebrada el domingo en Crimea fue «ilegal» y, por tanto, no tendrá ningún tipo de reconocimiento internacional. El ministro recordó que «un referéndum que viola una Constitución interna viola por definición la legalidad internacional y por tanto no tiene efectos jurídicos»; y lo hizo al ser explícitamente preguntado por las posibles similitudes con el referéndum que quiere llevar a cabo Mas.
«Nadie puede reconocer en derecho internacional el referéndum que hubo ayer [por el domingo], simplemente porque viola la Constitución. Por tanto, el paralelismo es absoluto», dijo el jefe de la diplomacia española, que no obstante aclaró que la consulta catalana «no se va a producir» y, en consecuencia, no será necesario que la comunidad internacional declare su ilegalidad y la carencia de efectos jurídicos.
El ministro también volvió sobre la amenaza de declaración unilateral realizada por el presidente catalán. García-Margallo consideró que el cambio de discurso de Mas supone una aproximación al «realismo político» porque «todos sabemos que una consulta de autodeterminación no es posible».
«Cada centímetro cuadrado de España pertenece a la totalidad de los españoles y nadie puede expropiar a un español de ese derecho», advirtió el titular de Exteriores, quien también insistió en que el caso de la independencia de Kosovo –que España no reconoce– es «excepcional» y por tanto no sienta precedente alguno en la comunidad internacional. «Los países que se han inclinado por su reconocimiento han tenido en cuenta el caso excepcional de la violencia y limpieza étnica en el territorio», recordó.
La equiparación entre la situación política de la región ucraniana y Cataluña también fue utilizada por Alicia Sánchez-Camacho. La presidenta del PP catalán advirtió en Mas un presidente «enloquecido» que «ha hecho suya la vía de Crimea» y está «poniendo en peligro la convivencia pacífica».
El nexo con Crimea fue sin embargo desestimado por el Govern
El secretario de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea de la Generalitat, Roger Albinyana, se apresuró a aclarar que «si el Govern tuviera que reconocer hoy este referéndum, no lo haría». El alto cargo catalán encontró apoyo del coordinador federal de IU, Cayo Lara, que no ve similitud alguna entre el proceso de secesión de la región ucraniana y Cataluña. Y también fue respaldado la por el jefe de lista de ERC a las europeas. «Cataluña y Crimea se parecen como un huevo y una castaña», espetó Josep Maria Terricabras.
El segundo flanco atacado ayer fue el escenario de ruptura unilateral planteado por Artur Mas. El presidente de la Generalitat siguió sin recabar un solo apoyo a ese último recurso para declarar la independencia con el que decidió amenazar al Gobierno. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, avisó al president de que las declaraciones unilaterales de independencia atentan contra la «estabilidad y la vida en paz de los españoles», además de ser «absolutamente inaceptables e ilegales».
En esta línea, incluso la propia CiU trató ayer de sepultar la ocurrencia de Mas. Tras la reunión de su Ejecutiva, la federación trasladó que el «objetivo absoluto» es la «consulta legal». El secretario general adjunto de los nacionalistas, Xavier Trias, sostuvo que en la reunión de la formación no se discutió «otra línea» diferente a la convocatoria del referéndum para el próximo 9 de noviembre, aunque reconoció que en «conversaciones privadas» las elecciones plebiscitarias y la declaración unilateral sí pudo haberse discutido como última opción.
Debería haber sido Josep Antoni Duran Lleida el encargado de ofrecer explicaciones tras la reunión de CiU –en la que también participó Mas–, pero prefirió ausentarse y delegar en el también alcalde de Barcelona la incómoda justificación de las palabras del jefe del Ejecutivo.
El líder democristiano acabaría expresando su opinión horas después en una entrevista en la televisión autonómica 8TVy se esforzaría en tratar de hacer creer que las palabras de Mas fueron malinterpretadas. «No noto un paso más allá en manifestaciones del presidente de la Generalitat. No hay ninguna contradicción», consideró Duran.
El jefe de filas de Unió aseguró que Massólo trató de trasladar que, si el Gobierno continúa mirando a Cataluña «de espaldas», «esto puede acabar en una declaración unilateral». «No es una amenaza», argumentó Duran, quien sí aclaró que el escenario de la secesión sin consulta previa a los catalanes ni negociación con el Estado no es un escenario que desee ni busque para Cataluña. El democristiano, que volvió a declararse «atrapado» por el «empeoramiento» del choque entre Cataluña y el resto del país, aseguró que seguirá trabajando para que se celebre una consulta –«puramente consultiva», remarcó–. Lo contrario, avisó, «sería cerrar la actual situación en falso».
Con ese afán dijo trabajar también el Govern. El secretario de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea declaró que confía en la llegada del deshielo tras las elecciones europeas, en la apertura de un proceso de diálogo que, sugirió, «debería ser visto como una oportunidad de oro» para el Estado. El alto cargo de la Generalitat deslizó que viene detectando «preocupación» en los países europeos por el inmovilismo del Gobierno respecto al debate soberanista catalán.
Por ahora las reacciones internacionales al proceso catalán continúan siendo mínimas. La única que ha tenido lugar en los últimos días se produjo precisamente ayer y no fue de calado. El gobernador de la región italiana de Véneto, Luca Zaia, recordó que, desde el domingo y hasta el día 21, se está celebrando un referéndum no vinculante a través de internet sobre su secesión de Italia. «Si Barcelona obtiene su independencia, Venecia también puede», dijo evidenciando su desconocimiento del proyecto rupturista iniciado en Cataluña.
EL MUNDO 18/03/14