EL CORREO 21/02/13
· El PNV, que interviene hoy en el Congreso, se confiesa decepcionado por el «autocomplaciente discurso» de Rajoy.
· Los jeltzales ven «pocos banderines de enganche» con el presidente en política territorial.
El Gobierno vasco reafirmó ayer su convicción de que es «el momento idóneo» para impulsar el debate sobre el nuevo estatus político de Euskadi, que, como ya apuntó el PNV desde la pasada campaña electoral, se desarrollará en una ponencia específica de autogobierno creada a tal efecto en el Parlamento vasco, presumiblemente a principios de verano. El consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka, ratificó ayer en sede parlamentaria la intención del gabinete de Urkullu de alentar el debate sobre la reforma del marco político sin más dilación, en los próximos meses, convencido de que no hay razón para posponerlo en el tiempo. «Es el momento idóneo y el Parlamento vasco, el lugar apropiado para el debate», puntualizó ante la comisión de Instituciones, Seguridad y Justicia de la Cámara, donde expuso las líneas generales de actuación de su departamento.
Erkoreka dejó claro, en todo caso, de que el impulso a la reforma del autogobierno vasco es solo una «invitación de este consejero» porque el Ejecutivo de Vitoria no remitirá a la Cámara ninguna propuesta de modificación estatutaria, sino que prefiere ceder todo el «protagonismo» al Parlamento, sobre todo ahora que «refleja fielmente la complejidad sociopolítica vasca» tras la incorporación de la izquierda abertzale. El Ejecutivo de Urkullu no quiere transitar el mismo camino que recorrió en su momento Juan José Ibarretxe, que remitió una propuesta articulada a la Cámara y una ‘hoja de ruta’ con plazos tasados que limitaron su margen de maniobra y acabaron con el portazo del Congreso de los Diputados a su célebre plan. Es más, su intención pasa por dejar que sea la ponencia la que elabore la propuesta de reforma estatutaria, cuyo borrador sería sometido después al criterio de expertos juristas propuestos a razón de dos por cada partido.
En todo caso, el consejero recordó el bloqueo de la Cámara baja hace siete años al ‘plan Ibarretxe’ pese a que el Parlamento lo había aprobado por mayoría absoluta y subrayó que todas las comunidades autónomas salvo Euskadi y Galicia han reformado en alguna ocasión sus marcos estatutarios. Por eso, insistió, es la hora de abrir el debate, teniendo en cuenta además que «diferentes naciones europeas sin Estado exploran cauces para asumir poderes que les permitan decidir con más plenitud sobre su propio futuro» y «proliferan las iniciativas que hablan de revisar el modelo autonómico, bien sea para devolver competencias a los poderes centrales, bien sea para hacerle evolucionar hacia un horizonte federal de perfiles todavía inciertos». «No hay motivos para soslayar por más tiempo esta cuestión, no es lógico que Euskadi permanezca en silencio cuando el debate sobre el futuro de las comunidades autogobernadas se encuentra en plena ebullición», añadió.
Emplearse «a fondo»
Eso sí, Erkoreka dejó claro que hasta que la eventual reforma tome cuerpo, el Gobierno vasco se empleará «a fondo» en la defensa y desarrollo «completo» del Estatuto de Gernika. La reclamación de las competencias pendientes –hizo hincapié en la de prisiones, la Seguridad Social y las relativas a crédito, banca y seguros– es un objetivo «irrenunciable», dijo, al que se unirá la denuncia de aquellos decretos que «menoscaben» el autogobierno.
Precisamente, en Madrid, el tono del PNV fue crítico con Mariano Rajoy agotada la primera jornada del debate sobre el estado de la Nación. El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, consideró «decepcionante» y «autocomplaciente» su discurso y se declaró «indignado» al ver que el PP, que en su opinión es el partido que tiene el mayor problema de corrupción, pretenda extender la sombra a todos los demás generalizando medidas.
Esteban lamentó que no hubiera «atisbo de autocrítica» en el discurso del presidente y que se dedicara a ponerse «medallas». También echó en falta que no buscara «complicidades» con la oposición y, en política territorial, vio «pocos banderines de enganche», aunque espera que en el debate de hoy se pueda abrir «alguna puerta» al diálogo.
EL CORREO 21/02/13