EL CORREO 09/01/13
Los primeros Presupuestos de Urkullu no entrarían en vigor hasta mayo tras superar todos los trámites en el Legislativo.
Salvo que todos los plazos se aceleren al máximo, los Presupuestos de Euskadi de 2013 no estarán en vigor hasta el próximo mes de mayo. Finales de abril, como muy pronto. Josu Erkoreka confirmó ayer que el primer proyecto de Cuentas públicas elaborado por el equipo de Iñigo Urkullu no será aprobado por el consejo de gobierno hasta el próximo 12 de marzo. A partir de ahí se iniciará un complejo recorrido parlamentario que debe cumplir una serie de obligados trámites y que sí o sí se prolongará cerca de dos meses.
La aprobación de los Presupuestos en un periodo habitual suele arrancar después de cada verano, aunque las directrices básicas suelen estar listas para mediados de julio. A partir de ahí, el Gobierno de turno tiene que remitir su proyecto al Legislativo antes del 1 de noviembre. La aprobación en Pleno suele ser a finales de diciembre, pero la celebración de las elecciones el 21 de octubre modificó todo el escenario.
El nuevo Ejecutivo tomó posesión a mediados de diciembre entre llamadas a la «emergencia nacional» por la grave crisis económica que atraviesa Euskadi. Sin embargo, el gabinete de Urkullu ha optado por la prudencia y ha dilatado casi al máximo los tiempos establecidos para la aprobación interna de las Cuentas públicas hasta llegar al 12 de marzo, fecha en la que el consejo de gobierno aprobará el proyecto definitivo, tal y como Erkoreka confirmó ayer.
¿Se podían haber acelerado los plazos? Desde el Ejecutivo autónomo admitieron que sí, aunque tampoco demasiado –«quizás quince días»–, pero que se ha optado por dilatar el proceso para dar la máxima «seguridad» y por «prudencia» para tener unos Presupuestos «bien amarrados» antes que «andar con prisas». A este argumento añadieron el de que se trata de un equipo nuevo que tiene que ponerse al día.
El portavoz fijó dos fechas previas a destacar: los dos próximos martes, cuando se aprobarán las directrices técnicas y económicas de una propuesta que, según todas las previsiones, sufrirá un profundo recorte en el gasto ante la caída de la recaudación. A partir de ahí, se abriría un tiempo que Erkoreka situó entre el 11 de febrero y el 4 de marzo para que se puedan ir abriendo conversaciones entre los diferentes grupos de la Cámara, un diálogo imprescindible para el PNV ya que solo cuenta con 27 de los 75 parlamentarios y necesita de un apoyo más o menos explícito de los grupos de la oposición. Las fechas marcadas por Erkoreka coincidirán en el tiempo con las comparecencias en comisión de los nuevos consejeros para explicar los principales ejes de sus departamentos.
Críticas de Mintegi
Sin embargo, la negociación como tal no arrancará hasta que el proyecto final entre en la Cámara. A partir de ese momento, el trámite parlamentario tampoco es especialmente rápido. Se tiene que debatir en comisiones, presentar enmiendas, fijar las fechas de los plenos… Y en medio está Semana Santa. A esto hay que sumar que el PNV tendrá que hacer auténticos malabares negociadores para intentar satisfacer las pretensiones del resto de grupos. Aunque Erkoreka mostró grandes dosis de optimismo el lunes, Laura Mintegi se sumó ayer a las voces que desde el PSE y el PP habían reprochado al portavoz del Gobierno de una cierta imprudencia al dar por hecho un acuerdo sin haber empezado las negociaciones. La portavoz de EH Bildu le acusó de «prepotencia».
Con este escenario sobre la mesa, fuentes parlamentarias consideraron muy complicado que los Presupuestos de 2013 estén antes de mayo, en un escenario muy similar al vivido con Mariano Rajoy cuando llegó al poder a finales de 2011. El líder del PP también tomó posesión de su cargo a finales de diciembre y no llevó sus Presupuestos al Congreso hasta el 30 de marzo, aunque en ese caso había un motivo político: quería presentarlos tras las elecciones andaluzas que se habían celebrado cinco días antes para intentar que no le afectase electoralmente el duro ajuste contenido en sus primeras Cuentas públicas. Fueron aprobadas por la Cámara baja a finales de mayo, aunque no entraron en vigor hasta un mes después al tener que pasar por el Senado.
El resultado es que Euskadi funcionará durante casi medio año con las Cuentas de 2012 prorrogadas. Una solución que no presenta demasiados problemas técnicos y que se ha hecho en otras ocasiones. Pero que, según la oposición, puede generar serios contratiempos en una situación de crisis económica como la actual, que Urkullu quiere abordar en una ronda de contactos que arrancará en los próximos días con los diputados generales y los miembros de Eudel. Luego llegará el turno de partidos, sindicatos y patronal.
EL CORREO 09/01/13