EL CORREO 13/12/13
· Erkoreka pide «respeto y democracia» en alusión a la decisión adoptada en Cataluña, mientras EH Bildu emplaza a emprender un camino similar en Euskadi.
El Gobierno vasco pidió «respeto y democracia» tras el acuerdo alcanzado en Cataluña y deseó que «nadie ponga obstáculos a la libre expresión de una voluntad popular que parece evidente que es pacífica y que cuenta con un amplísimo respaldo». La decisión del Ejecutivo catalán de realizar la consulta soberanista en noviembre del año que viene fue acogida por el gabinete de Iñigo Urkullu con satisfacción, pero también con grandes dosis de prudencia ante el temor de que lo que suceda en Cataluña pueda condicionar la política vasca e introducirla por un camino que, en principio, ni el Gobierno ni el PNV desean.
Tanto desde Ajuria Enea como desde Sabin Etxea son conscientes de que el paso dado por Artur Mas conlleva numerosos riesgos tras el batacazo que se dio Juan José Ibarretxe en el Congreso con su propuesta de consulta. Aunque el programa electoral con el que Urkullu se presentó a las elecciones incluía para 2015 la aprobación de un nuevo estatus político –cuyo contenido no se ha definido–, los jeltzales admiten que no se darán prisa y que es necesario buscar antes un consenso parlamentario.
Aun así, durante una rueda de prensa ofrecida en Bilbao horas después de hacerse público el anuncio catalán, y convocada expresamente para hacer una valoración sobre este tema, Erkoreka destacó el acuerdo «libre y legítimamente alcanzado por los partidos políticos que representan a la mayoría de la sociedad catalana».
En su opinión, el pacto suscrito entre CiU, Esquerra, ICV y CUP «reivindica una expresión democrática libre por la que la sociedad catalana lleva suspirando desde hace tiempo, y que nadie, desde ninguna instancia política e institucional, debería impedir bajo ningún concepto». Erkoreka aludía de esta manera a la posible respuesta que dé el Gobierno de Mariano Rajoy. Lo único que han dejado claro los representantes del PP es que, en cualquier caso, la consulta no se desarrollará.
«No se pueden poner puertas al campo. Cataluña viene reivindicando de manera mayoritaria e insistente su derecho a pronunciarse democráticamente sobre su futuro y esa voluntad, ese deseo del pueblo catalán, no puede encontrar dificultades por parte de nadie y superará cualquier obstáculo que se le quiera oponer», remarcó Erkoreka, quien lanzó un consejo a La Moncloa: «Es mejor afrontar los problemas de frente y buscar fórmulas de entendimiento que faciliten la expresión democrática de la población».
En una línea muy similar se pronunció la presidenta del PNV de Bizkaia, Itxaso Atutxa, quien también mostró su «respeto», tanto «a la consulta en sí como a la formulación de la pregunta, pues una y otra emanan del deseo del pueblo catalán, que tiene que ser dueño de su porvenir».
Para el partido liderado por Andoni Ortuzar, la cita con las urnas es «un nuevo hito de un proceso que tiene su origen en la voluntad mayoritaria de la ciudadanía y de las instituciones catalanas, y que ha seguido un recorrido acorde con los principios democráticos y la legalidad vigente».
«Unidad de acción»
A pesar de este respaldo, tanto el Gobierno como el PNV evitaron aclarar sobre si verían con buenos ojos algo similar en Euskadi. Quien sí lo hizo fue EH Bildu. Aunque será hoy cuando la coalición soberanista ofrezca una valoración oficial mediante una rueda de prensa, el secretario general de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, emitió ayer un comunicado en el que felicitó a los partidos catalanes y emplazó a utilizar la mayoría absoluta que suman las formaciones abertzales en el Parlamento vasco para avanzar también «hacia la soberanía».
La posición que mantenga tanto EH Bildu como la izquierda abertzale puede ser clave. El temor del PNV es que la presión de Sortu y de la coalición soberanista le obligue a mostrar un perfil más ‘agresivo’. A la espera de acontecimientos, Urizar ya dejó ayer claro que la experiencia de Cataluña demuestra que esa es «la única vía para obtener resultados» y destacó la necesidad de llegar a «acuerdos» y a una «unidad de acción» entre las formaciones que defienden el «derecho a decidir» en Euskadi.
En una línea similar se expresó el portavoz de Bildu en el Parlamento navarro y también dirigente de EA, Maiorga Ramírez, quien destacó que la hipotética consulta «es un ejemplo de cómo por vías civiles, pacíficas y democráticas un pueblo puede afrontar los retos que tiene para su futuro desde el acuerdo mayoritario de sus representantes ciudadanos».
EL CORREO 13/12/13