EL CORREO 19/02/14
· Los verificadores harán público el viernes un mensaje de la banda tras reunirse con partidos, sindicatos y Ejecutivo autónomo.
El Gobierno vasco espera que la Comisión Internacional de Verificación (CIV) dé a conocer el próximo viernes «hechos concretos» sobre el desarme de ETA. El Ejecutivo autónomo elevó ayer el nivel de la exigencia e instó a la organización terrorista a que ponga en marcha un proceso de desmantelamiento de sus arsenales «efectivo y sin condiciones» porque «los gestos simbólicos están fuera de lugar». La inminente llegada a Euskadi del grupo de expertos que dirige Ram Manikkalingam –el viernes dará a conocer un mensaje de la banda– mantiene la atención política sobre los pasos que haya aceptado dar la cúpula etarra para finiquitar sus actuales estructuras.
Fuentes cercanas a los verificadores aseguran que la CIV tiene previsto realizar un anuncio «significativo» y de cierto calado sobre el proceso de entrega de las armas. Advierten de que el también llamado ‘grupo de Amsterdam’ se ha tomado «su tiempo» y que si regresa al País Vasco es para dar a conocer un movimiento «importante» por parte de la banda. Recuerdan que su última visita se celebró hace justo un año y que entonces dieron un ultimátum a la banda: o accedía a desarmarse o los verificadores se echaban a un lado y dejaban de ejercer como interlocutores. El ultimátum concluyó en septiembre, mes en el que la CIV decidió seguir adelante con su labor al tener constancia de que podía ser útil en el proceso de entrega de las armas.
Los componentes de la comisión tienen previsto llegar a Bilbao el jueves para reunirse con partidos y agentes sociales el viernes por la mañana. Tras esa sesión, celebrarán una rueda de prensa en un céntrico hotel de la capital vizcaína para hacer público el mensaje de ETA. La CIV utiliza un modo de actuación muy distinto al que ha empleado hasta el momento. En sus tres comparecencias anteriores, el equipo de Manikkalingam se reunía por separado con los grupos políticos, sindicatos e Iglesia, para, al día siguiente, reunirlos a todos y darles a conocer las conclusiones de su visita. Unas conclusiones que se distribuían entre los medios de comunicación, sin rueda de prensa pública. Ahora opta por concentrarlo todo en una única jornada, lo que impide también que pueda filtrarse en los medios el mensaje que se quiere trasladar.
El cambio en el formato de su comparecencia ha aumentado las expectativas sobre cuál será el gesto que se vaya a escenificar. Como en anteriores ocasiones asistirán las principales organizaciones políticas, sindicales y sociales a excepción del PP, que no da rango de legitimidad a la comisión internacional.
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, advirtió, en este sentido, que la sociedad exige a ETA «actuaciones concretas» porque la ciudadanía «está sobrada ya de gestos simbólicos». «Hemos asistido durante las últimas semanas a anuncios de anuncios y esto debe tocar definitivamente a su fin», insistió Erkoreka, que puso en valor el trabajo que, a su juicio» ha realizado el gabinete de Iñigo Urkullu con «lealtad y discreción» para lograr que la banda proceda a su desarme «lo antes posible». El representante de la Lehendakaritza restó trascendencia a la manera en que la banda vaya a escenificar el desmantelamiento de sus estructuras operativas y subrayó que lo importante es que el procedimiento elegido sea «unilateral, efectivo y concreto, y sin venir acompañado de condiciones políticas».
Fuentes del Ejecutivo autónomo sostienen que los pasos que pueda dar ETA para la entrega de sus arsenales deben ser «de fuste» para que «pueda ser creíble» por los vascos. «No vale algo etéreo», insisten portavoces oficiales, que confían en que el mensaje que vaya a transmitir Manikkalingam afiance aún más la idea de que «el proceso es irreversible» y no tiene «ninguna vuelta atrás». Desean, asimismo, que el anuncio responda a las expectativas que se han ido generando en las últimas dos semanas.
Reunión Francia-España
El gabinete jeltzale está convencido, no obstante, de que lo «más posibilista» en el actual escenario es exigir el desarme de la banda y promover que ese proceso sea «verificable» por algún tipo de institución u organismo, toda vez que el Gobierno de Mariano Rajoy –y también el de Hollande– descartan abrir cualquier clase de contacto con la dirección etarra. Un compromiso que ratificarán mañana los ministros de Interior de Francia y España, que se reunirán en París.
Las expectativas levantadas por la llegada de la CIV a Euskadi no ocultan que en ciertos círculos políticos, incluidos los nacionalistas, se haya extendido cierto temor de que el anuncio del viernes no cumpla con las previsiones. Que lo que se anuncie pasado mañana sea un paso en la buena dirección, que apuntale la irreversibilidad del proceso, y que tanto ETA como la izquierda abertzale interprete que es una decisión de calado, pero que resulte insignificante para lo que los ciudadanos demandan, que es el cierre definitivo de una historia que se ha prolongado durante medio siglo.
Las fuentes consultadas recuerdan que la banda se encuentra en un estado de «franco deterioro» y temen que la organización terrorista quiera escenificar su adiós definitivo mediante un largo procedimiento para «darse importancia». Aluden, en este sentido, a que el mensaje que se vaya a trasladar pasado mañana coincide con el primer aniversario del congreso fundacional de Sortu, en el que se eligió a Hasier Arraiz como presidente de la formación y se registrará a apenas unos meses de unas elecciones europeas en las que EH Bildu se presentará de la mano de BNG y la CUP, pero sin el respaldo de ERC.
EL CORREO 19/02/14