EL CORREO 05/02/13
· La consejera de Seguridad sostiene que el cese del terrorismo crea la «coyuntura propicia» para reducir el número de agentes destinados en Euskadi.
La consejera vasca de Seguridad elevó ayer el tono para advertir al Gobierno central que reclamará con «firmeza» y «contundencia» el repliegue de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Euskadi. Estefanía Beltrán de Heredia avanzó que planteará esta exigencia al Ministerio de Interior «cuantas veces haga falta» en los órganos de coordinación interinstitucional porque, según dijo, el cese del terrorismo de ETA ha creado una «coyuntura propicia» para que la Administración central reduzca el número de efectivos que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FSE) tiene destinados en el País Vasco.
Beltrán de Heredia colocó ayer esta cuestión –una de las demandas tradicionales del PNV desde hace años– entre las prioridades de su departamento de cara a esta legislatura. Lo hizo durante su primera intervención en el Parlamento vasco, donde desgranó las líneas generales del plan estratégico que desarrollará su consejería en los próximos años para «adaptar» la labor de la Ertzaintza al «nuevo escenario» abierto con el fin del terrorismo.
En su primera comparecencia ante los partidos desde que tomó posesión del cargo, hace mes y medio, la consejera explicó que el «nuevo tiempo» obligará a importantes cambios ya que exigirá «replantear» el modelo de la Policía vasca, cuyas estructuras se desarrollarron «condicionadas» por la actividad de la banda. En el plano práctico –insistió–, el fin de ETA permitirá destinar más recursos a la investigación de delitos, a los dispositivos de prevención y sacar más agentes a las calles para tratar de «devolver» a la Ertzaintza a la idea original que alumbró su gestación hace 30 años: una Policía «cercana» para los ciudadanos, más próxima a los modelos «preventivos que reactivos» y que tenga el uso de la violencia como «último recurso».
El objetivo de reestructurar la Policía autonómica para adaptarse al «nuevo tiempo» ya había sido esbozado por el lehendakari y la propia consejera en diversas ocasiones. Ayer, apenas se dieron nuevos datos de relevancia sobre este proyecto, más allá de anunciar que se eliminarán algunas divisiones de la Ertzaintza –en la actualidad hay cinco grandes áreas–, se reducirá la estructura del Departamento –habrá una viceconsejería y tres direcciones menos– y se «reorientará sin desmantelar» la actividad de grupos policiales que han estado volcados en combatir a ETA, como la unidad antiterrorista.
Lo que el nuevo Gobierno vasco no había defendido hasta ahora con tanta «contudencia» es la exigencia de «repliegue» a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Beltrán de Heredia, que elevó el tono de voz en ese momento concreto de su intervención, lo planteó ayer como una consecuencia más del final del terorismo. Según dijo, el «esperanzador» momento que vivimos, en el que parece que ETA está «a punto de pasar página de forma «definitiva», justifica «menos que nunca» el despliegue de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Euskadi.
Ya en su segundo turno de intervención, la consejera matizó en parte sus palabras al asegurar que el repliegue debe amoldarse a las funciones que tiene asignado cada cuerpo policial. En la actualidad hay unos 4.500 policías y guardias civiles que trabajan en Euskadi desempeñando competencias, algunas de ellas exclusivas, en materia de antiterrorismo, extranjería o vigilancia de puertos.
«Repliegue del lehendakari»
Beltrán de Heredia enlazó esta petición con otra exigencia: la «necesidad» de que la Ertzaintza desarrolle su carácter de Policía integral asumiendo más competencias e integrandose como miembro de «pleno derecho» en el espacio europeo de seguridad, Schengen.
La reivindicación de la dirigente jeltzale centró gran parte del debate entre los partidos. Mientras que EH Bildu mostró un decidido apoyo a la propuesta, el PP y UPyD rechazaron de forma frontal lo que consideran un «disparate». La portavoz popular Nerea Llanos criticó a la dirigente del PNV por ligar la presencia de las FSE en el País Vasco a la «existencia de ETA». Gorka Maneiro, de UPyD, preguntó a la consejera si piensa pedir también el «repliegue del lehendakari» como máxima autoridad del Estado en Euskadi.
La polémica también llegó a los sindicatos. Erne, la principal central de la Ertzaintza, reivindicó para la Policía vasca «nuevas competencias» por su condición de Policía integral y exigió que no se «vulneren» las atribuciones ya asignadas. El SUP del País Vasco, por su parte, rechazó la salida de agentes, recordó que ETA no ha desaparecido e instó a la consejera a potenciar la «cooperación policial» para evitar que se produzcan disfunciones.
PLAN ESTRATÉGICO DE LA ERTZAINTZA – HORIZONTE 2016
3 «pilares» sustentarán la actividad del nuevo Departamento de Seguridad durante esta legislatura. Se tratará de potenciar una mayor «cercanía y proximidad» de la Ertzaintza para «generar confianza» en los ciudadanos. Se usarán los recursos de forma «más eficaz y más eficiente». Y se buscará una «mayor colaboración» en todos los niveles, desde el ámbito policial hasta el institucional.
Estructura «ajustada»
Se reducirán las divisiones de la Ertzaintza –en la actualidad hay cinco– y se elimina una viceconsejería –la de Interior– y tres direcciones. Dos de ellas –la de víctimas y la de violencia de género– pasan a depender del Departamento de Justicia.
Otro de los objetivos es «reforzar» los sistemas de información y de coordinación de emergencias (112). Se potenciará una política de información directa a los ciudadanos. También se favorecerá la colaboración con las diputa ciones en los planes comunes.
Arkaute. Se quiere abrir la academia de la Policía a las universidades y otros centros de formación y reforzar su papel de transmisor del conocimiento.
Plan de Seguridad Vial. La idea es crear un nuevo plan que promoverá la ampliación de estándares de seguridad a vías secundarias y la protección de peatones y ciclistas. También se planea reforzar los controles de grandes recintos y mejorar los sistemas de emergencias.
El plan estratégico de la Ertzaintza para adaptarse al fin de ETA, todavía en elaboración, se centrará sobre todo en tres aspectos concretos. Se potenciará la seguridad ciudadana –más agentes y patrullas a pie–, la información y la investigación y se implantará un nuevo modelo de gestión sustentado en «planes por objetivos».
Uso de la violencia. La Ertzaintza «cercana» tendrá en el uso de la violencia el «último recurso» y se «reorientarán sin desarticular» por completo algunas áreas, como la unidad antiterrorista.
EL CORREO 05/02/13