EL MUNDO 03/12/13
· La consejera quita hierro a las denuncias y su predecesor Rodolfo Ares la contradice
El Gobierno vasco, acusado por el ministro del Interior de inacción ante los recibimientos con vítores, cohetes, aplausos, paseíllos e ikurriñas a presos de ETA excarcelados, opina que no han sido «homenajes» ni mucho menos actos delictivos de enaltecimiento, en palabras de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. Su predecesor, el socialista Rodolfo Ares, contradijo esta tesis: «Si el recibimiento es público, es evidente que se quiere hacer un homenaje», lo que supone una ofensa «clara» a las víctimas.
Las consideraciones de Beltrán de Heredia se producen cuando sus relaciones con el Ministerio no pasan por el mejor momento. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha denunciado ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional seis ongi etorris (homenajes)en los que la Policía vasca no estuvo presente –que se sepa, sólo ha impedido uno, al etarra Joseba Artola en Bilbao–. Jorge Fernández Díaz se quejó públicamente de la Ertzaintza y dijo que la Guardia Civil sí habría actuado. Después pidió personalmente disculpas a la consejera por su «exceso verbal», según comentó ésta .
«Cuando ha habido algún tipo de ilícito la Ertzaintza ha actuado, a pesar de que algunos insisten en lo contrario», afirmó, para restar importancia a esas seis denuncias: «Veremos lo que resuelve la Audiencia Nacional… Tenemos experiencia en este tipo de denuncias; luego sabemos cuál ha sido la resolución. La Ertzaintza actúa cuando tiene que actuar y en el modo en que tiene que actuar». ¿No cree entonces que estos recibimientos puedan ser delictivos? «Entendemos que no».
Argumentó que «indudablemente no es lo mismo un recibimiento a presos de ETA que un homenaje o un acto de exaltación o enaltecimiento del terrorismo». «Es bien diferente». Y advirtió de que quien «pretende asimilar esos tres conceptos» quiere «confundir», y «poco aporta» al «camino esperanzador» del País Vasco. Un argumento idéntico al que utilizó para referirse a la kale borroka de los últimos días: «No ayuda para nada en el proceso de convivencia». La consejera concluyó la entrevista con un llamamiento al Ejecutivo de Mariano Rajoy: «Si nuestro objetivo es trabajar por la normalización y una convivencia en paz, el Gobierno del Estado no puede, como dicen en mi pueblo, echar más leña al fuego».
Por contra, Ares –quien aplicó la política de tolerancia cero contra las pintadas, carteles y expresiones a favor de ETA en las calles vascas en el Gobierno de Patxi López– aseguró ayer que los recibimientos públicos sí son homenajes y humillan a las víctimas. Eso sí, no cargó las tintas contra la Ertzaintza –«afortunadamente el ministro ha rectificado»– sino contra «EH Bildu-Sortu», pues son quienes deben poner el mayor «empeño» para que no se celebren.
El PSE, socio externo deUrkullu en el plano económico y fiscal, muestra cada vez más reparos con la gestión del PNV respecto al cese de ETA. Rechaza con firmeza tanto su «equidistante» Plan de Paz y Convivencia como su intención de reactivar una ponencia parlamentaria para hablar de estos temas a puerta cerrada, un clima más fácil para Sortu.