EL MUNDO – 30/12/15
· El Gobierno vasco ha decidido recurrir la reforma del Constitucional que permite al Alto Tribunal suspender a las autoridades que incumplan sus resoluciones. La norma fue aprobada en las Cortes por iniciativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy para hacer frente al desafío soberanista planteado por Artur Mas. El lehendakari, Iñigo Urkullu, considera «ilegítimo, inadmisible y desproporcionado» que se modifiquen las atribuciones del tribunal.
El anuncio del vigésimo recurso de inconstitucionalidad que presenta el Ejecutivo de Vitoria se produjo ayer, tan sólo tres días después de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el president, Artur Mas, cenaran juntos tras el encuentro entre las selecciones de Cataluña y el País Vasco celebrado en Barcelona. El portavoz y consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka, negó en redondo que este recurso estuviera ligado a la reunión mantenida entre ambos presidentes autonómicos, pero sí que hizo referencia a la imposibilidad de que fuera presentado por 50 diputados o senadores, al encontrarse las dos cámaras sin constituirse tras la celebración de las elecciones el pasado día 20.
El recurso del Gobierno vasco contra la reforma del Tribunal Constitucional considera que esta modificación altera «el consenso constitucional de 1978» y afecta el «equilibrio entre poderes territoriales». A lo largo de esta legislatura vasca, Euskadi ha presentado un total de 20 recursos de inconstitucionalidad como estrategia de confrontación legal con las reformas aprobadas por el Congreso por la mayoría absoluta del PP.
En la interpretación utilizada por el Gobierno vasco para solicitar que el Tribunal Constitucional aborte su propia reforma, se recalca que el Alto Tribunal debe respetar los «equilibrios interinstitucionales» del actual modelo autonómico; también, que sus sentencias en abstracto sobre los temas que analiza agotan su función, frente al criterio impuesto en la reforma que estira sus atribuciones hasta la ejecución de estas sentencias.
El Gobierno de Urkullu denunció ayer –dos meses y medio más tarde de su publicación pero dentro del plazo legal para la presentación de recursos– el «creciente deterioro» que, en su opinión, ha sufrido el Constitucional por su «constante politización» y destacó el procedimiento de urgencia, tramitación directa y lectura única empleado para su reforma.