El Gobierno vasco utilizará la visita de Powell para elevar su exigencia a Sortu

EL CORREO – 16/07/14

· El facilitador se reunirá hoy en Bilbao con un representante del Ejecutivo, aunque no con el lehendakari, y con líderes de PNV, izquierda abertzale y PSE.

El Gobierno Vasco se reunirá finalmente hoy con el mediador británico, Jonathan Powell, pese a las reticencias generales, aunque no será el lehendakari quien le represente, sino un «alto cargo» del Ejecutivo, presumiblemente el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández. Iñigo Urkullu ha declinado esta vez sentarse con el principal facilitador internacional que trabaja en el caso vasco al considerar que no va a contar «nada relevante», lo que evidencia el recelo con el que acojan este viaje. Frente a ello, la intención del Ejecutivo autonómico es pedir a Powell que fuerce a la izquierda abertzale a asumir sus «compromisos unilaterales», en palabras de Josu Erkoreka. Detrás de esas afirmaciones del portavoz del Gobierno vasco se esconde la exigencia del Ejecutivo y del PNV al mundo de Sortu para que avance en «la autocrítica por el daño causado» y en la exigencia a ETA y los presos para que den pasos que desbloqueen la situación, según fuentes gubernamentales solventes consultadas por este periódico.

Con este ambiente algo revuelto se encontrarán hoy en Bilbao Powell y el viceministro principal de Irlanda del Norte y dirigente del Sinn Féin, Martin McGuinness, que le acompaña en esta ocasión. Ambos se reunirán, además, con PNV, Sortu y PSE-EE, entre otros. Andoni Ortuzar y Joseba Aurrekoetxea representarán al partido jeltzale, Rufi Etxeberria y Pernando Barrena, a la izquierda abertzale, y Rodolfo Ares, a los socialistas. El exjefe de gabinete de Tony Blair ha instalado su cuartel general en Bilbao, pretende que las reuniones sean discretas y no tiene previsto comparecer ante los medios de comunicación.

El mediador tenía previsto llegar ayer tarde a Euskadi aunque fuentes próximas a la organización del viaje no quisieron dar detalles en aras a preservar el carácter discreto de la visita. En principio, según fuentes de los partidos convocados, no se prevé que Powell traiga grandes novedades sobre el desarme de ETA, sumido en un ‘impasse’ tras el fallido primer gesto de hace cinco meses. El diplomático inglés tiene conocimiento directo de los movimientos de la organización armada, por lo que, en todo caso, las formaciones aguardan con interés sus palabras.

Invitación

No obstante, el Gobierno vasco considera que la visita de Powell no servirá para nada salvo que conlleve movimientos concretos por parte de la izquierda abertzale, según expuso ayer el portavoz Erkoreka al ser preguntado por el asunto en la rueda de prensa tras el consejo de gobierno de los martes en Vitoria. Por esta razón, el lehendakari declinó reunirse con Powell al considerar que no tiene sentido la presencia del lehendakari en una cita de «simple tanteo». En su lugar, el Gobierno Vasco anunció la asistencia de un «alto cargo», que, en buena lógica, debería ser el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, aunque desde Ajuria Enea no confirmaron este extremo. Erkoreka aseguró a mediodía que Urkullu no había recibido «invitación expresa», pese a que los mediadores ya habían transmitido su intención de sentarse con él.

Más allá de cuestiones protocolarias, el portavoz del Gobierno vasco dejó claro que el sentido y contexto de la visita del mediador no es del agrado del Gobierno vasco y que el PNV quiere aprovechar la presencia de Powell para elevar la exigencia a la izquierda abertzale, con la que lleva varias semanas a la greña por la gestión de la paz. «Nos gustaría que la reunión sirviera para algo más, ya que la etapa de las reflexiones y los diagnósticos debe darse ya por concluida. Estamos ya en la etapa en la que se han de cumplir los compromisos que la izquierda abertzale asumió de manera unilateral», abundó Erkoreka. Las cosas cambiarían, a su juicio, si las gestiones del mediador sirven de «acicate o estímulo» a la izquierda abertzale para adoptar «decisiones». Las fuentes gubernamentales consultadas creen en este sentido que la izquierda abertzale debe cumplir «compromisos», adoptados en su día con el PNV, sobre «la autocrítica del daño causado por ETA», y en la necesidad de que la banda avance hacia el desarme definitivo y los presos asuman las vías legales para mejorar su situación, profundizando también en una autocrítica por los atentados.

En su comparecencia de ayer, Erkoreka se limitó a pedir a la izquierda abertzale que asuma como primer paso en su integridad el ‘suelo ético’ pactado en la pasada legislatura por la Ponencia de Paz del Parlamento Vasco, que hablaba de «deslegitimar» el terrorismo. El portavoz insistió en que si Powell se limita en sus encuentros a certificar la ausencia de «avances en materia de paz y normalización política» su aportación será «nula».

La izquierda abertzale, por su parte, sí cree interesante esta visita, pendiente desde febrero, que pondrá negro sobre blanco la situación en que se encuentra la consolidación de la paz y si hay posibilidades de avanzar hacia el desarme de ETA.

EL CORREO – 16/07/14