EL COREO 27/02/14
· Erkoreka advierte de «tensiones internas» en la organización terrorista, mientras la coalición le tacha de «irresponsable»
El Gobierno vasco y EH Bildu evidenciaron ayer sus discrepancias en torno a una posible escisión en ETA. El fantasma de que un pequeño grupo de miembros de la banda decida «reivindicar» las siglas y seguir cometiendo algún atentado aislado ha acompañado desde sus inicios al cese de la violencia de la organización terrorista. El polémico gesto de desarme por parte de ETA resucitó esta idea, aunque con visiones muy diferentes. Así, mientras Lakua barajó que haya «tensiones internas» en el seno de la banda y confió en que no queden «rescoldos», desde la coalición abertzale rechazaron este escenario y emplazaron a no «desviar la atención al sitio equivocado».
El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, se refirió ayer al gesto de desarme que escenificaron el pasado fin de semana miembros de la banda y de la Comisión Internacional de Verificación (CIV). Tras reiterar el apoyo del gabinete vasco al grupo que lidera Ram Manikkalingam, tildó de «anecdótico» el hecho de que no se conozca el paradero de las armas supuestamente inutilizadas por ETA, «siempre que se certifique que están fuera de uso operativo».
«Si los verificadores lo certifican y tienen credibilidad, que para el Gobierno vasco la tienen, ya es bastante garantía», expresó. Consciente del «riesgo» institucional que asumió el lehendakari al viajar a Madrid para brindar su respaldo a la CIV tras ser llamada a declarar en la Audiencia Nacional. Ahora bien, afirmó que el Ejecutivo actúa con la vista puesta en un objetivo: lograr el desarme definitivo y unilateral de ETA, como también que tanto la banda como la izquierda abertzale asuman el daño causado.
Las palabras de Erkoreka no tardaron en despertar la réplica de EH Bildu. El parlamentario Julen Arzuaga acusó al portavoz del Ejecutivo de incurrir en una «grave irresponsabilidad» al «agitar el fantasma de una posible escisión y vuelta a las armas» por parte de la organización. A través de un comunicado, Arzuaga abogó por «apagar definitivamente todo riesgo de rebrote», al tiempo que instó a Erkoreka a no «desviar la atención al sitio equivocado». «La sociedad vasca –añadió– tiene muy claro que es el Gobierno español y no ETA quien obstaculiza el proceso y evade responsabilidades».