EL MUNDO – 13/09/14
· El ‘president’ dice ahora que se votará, pero sin garantías sobre de qué modo.
Obstinados en sus posiciones, sin ni una sola variación en sus discursos, Gobierno y Generalitat siguieron ayer mirándose de espaldas y muy de lejos. La multitudinaria manifestación de la Diada no ha añadido ni un ápice de reflexión a los argumentos de ambos. Los dos principales actores políticos en este conflicto siguen enrocados, sin reaccionar a los llamamientos lanzados en la calle por los catalanes, cada uno en su ámbito.
El presidente de la Generalitat no quiso ayer dar respuesta a la principal reivindicación de la marcha a favor del independentismo: que, diga lo que diga el Tribunal Constitucional (TC), saque las urnas a la calle el próximo 9 de noviembre. Al contrario, Artur Mas envió ayer señales en el sentido de que no está dispuesto a saltarse la ley. «Votaremos seguro. Otra cosa es en qué condiciones», dijo el president, insistiendo en una ambigüedad que CiU se resiste a abandonar. Su frase serviría para validar tanto una consulta no autorizada como su sustitución por unas elecciones anticipadas.
Del lado del Gobierno, su vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría tampoco ofreció una sola señal de cómo piensa actuar el Ejecutivo el día después del 9-N. Aunque, como mantienen, no haya consulta, la insatisfacción de miles de ciudadanos mostrada en la Diada seguirá ahí el día 10. Si el Ejecutivo tiene un plan B, se resiste a contarlo. Si les preocupa –y les preocupa– la masiva reivindicación de independentismo exhibida el jueves, no quieren exhibirlo.
Sáez de Santamaría mostró su respeto por la manifestación, pero dijo que la misma Constitución que ampara el derecho de asociación establece los mecanismos para cambiarla porque en ella, reiteró, no cabe un referéndum soberanista. No obstante, en las respuestas ofrecidas a los medios de comunicación no pudo entreverse que el Gobierno esté dispuesto a impulsar un proceso de diálogo para reformar la Carta Magna. Su posición es que sean otros –básicamente, el PSOE– los que exploren la posible existencia de consenso. Sin embargo, en el PP empieza a valorarse como ineludible la apertura del debate sobre el cambio constitucional en cuanto pase el 9-N.
La vicepresidenta aseguró que están analizando las peticiones que Artur Mas realizó a Mariano Rajoy en la reunión mantenida en La Moncloa y dijo estar «dispuesto a hablar de lo que haga falta para mejorar la situación de Cataluña; pero la ley es nuestro marco», insistió.
En el otro extremo, también al margen de las reclamaciones de la marcha independentista, Artur Mas en una entrevista en Rac1 aseguró que «si no hacemos bien la consulta, será como un bumerán que caerá sobre nosotros». También afirmó que el referéndum debe celebrarse «con todas las garantías democráticas» para que el resultado tenga valor a nivel internacional y se entienda «en todas partes».
Otros dirigentes de CDC dejaron aún más claro que la insumisión frente al TC que promueven ERC y la CUP no entra en sus planes. Es el caso del coordinador general del partido, Josep Rull. «Los que somos parlamentarios no podemos apelar a la desobediencia civil», afirmó el número dos de Mas.
Desde Madrid, preguntada por si el president cumplirá con su palabra de no hacer nada ilegal, la vicepresidenta del Gobierno contestó que esperaba que fuera así.
Ayer CiU cambió su pregunta a Rajoy para que valore en el Congreso lo sucedido en la Diada. Se la formulará el número dos del grupo, Pere Macias, en lugar del líder de Unió, Josep Antoni Duran, partidario de una tercera vía en Cataluña.
Un puerta a puerta por el ‘sí’
La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural empezaron ayer a preparar la campaña puerta a puerta que busca sumar apoyos para el doble ‘sí’ en la consulta de autodeterminación que el Govern pretende convocar para el 9 de noviembre. Ayer pidieron, a través de un comunicado, 100.000 voluntarios, que según las organizaciones son necesarios para poder llegar a todos los catalanes y estar presente «en cada casa, en cada rincón del país». Su objetivo es «escuchar a todo el mundo en la campaña puerta a puerta más festiva y participativa que se ha hecho nunca», señalaron ayer.
EL MUNDO – 13/09/14