EL MUNDO 02/11/13
· La ‘número dos’ viaja a Quebec a estudiar si importa el voto telemático canadiense
El Govern de Artur Mas mantiene firme el pie en el acelerador de la consulta pese a que ésta carece todavía de fecha definitiva y los partidarios del referéndum se encuentran divididos entre quienes quieren celebrarlo cuanto antes y quienes abogan, ahora, por volver a la senda del diálogo con el Gobierno central.
Esas aristas y las estrecheces económicas de la Generalitat no han evitado, sin embargo, que la vicepresidenta, Joana Ortega, se haya embarcado en un periplo internacional para explicar el proceso catalán en otros países y, de paso, aprender lecciones de territorios que se hayan enfrentado a escenarios similares. Es el caso de Quebec (Canadá), donde la democristiana aterrizó el jueves y donde permanecerá hasta el lunes en una misión semidiplomática.
Encargada de organizar el eventual referéndum en Cataluña, para el que quiere destinar 15 millones de euros de los Presupuestos de 2014, el principal objetivo del viaje de Ortega es estudiar el sistema telemático de votación de la provincia francófona y escuchar su experiencia tras dos referendos por la secesión de Canadá, celebrados en 1980 y 1995. No en vano, el fenómeno quebequés siempre ha sido el espejo en el que se han mirado los sectores independentistas, pese a que en ninguna de las dos consultas venció el sí. En la última votación, la diferencia fue mínima, con un 50,58% a favor de la permanencia en Canadá.
Según aseguró ella misma, su desplazamiento a más de 5.800 kilómetros de distancia –y durante el cual le acompañan el director de Relaciones Institucionales, Miquel Puig, y el delegado del Govern en EEUU, Andrew Davis–, le ha permitido «profundizar en la experiencia quebequesa en el ejercicio de sus derechos como pueblo». También aseguró que «los lazos» entre Cataluña y Quebec «se han estrechado». Tanto que, según se aventuró en señalar tras menos de 48 horas de visita, «la opinión mayoritaria de representantes políticos y de la población [de Quebec] es de simpatía» hacia la causa soberanista catalana.
También invitó a la primera ministra de la provincia canadiense, Pauline Marois, a visitar Cataluña y a observar «un proceso tan profundamente democrático y con un apoyo popular tan grande» como el catalán.
La visita de la democristiana tiene, en todo caso, una vertiente mucho más pragmática más allá de la mera promoción internacional del proceso catalán. Ortega está estudiando de cerca el sistema de voto electrónico con el que Quebec complementa el voto tradicional en urna. Un sistema que, según la misma Ortega, «sería susceptible de ser aplicado en la consulta sobre el futuro político de Cataluña que se celebrará en 2014».
Su agenda, pese a que entre sus responsabilidades no se encuentra la representación internacional del Govern, no finaliza en Canadá. Aún con fechas por confirmar, la número dos del Ejecutivo catalán se trasladará hasta Suiza el próximo febrero también con la idea de aprender in situ de su sistema de votación telemática, que el país alpino aplica para celebrar referendos de toda índole. El próximo, sobre la subida de las tasas en los peajes al que, pese a que era la idea inicial, Ortega no acudirá. El empeño en conocer sistemas de votación a distancia responde al deseo de incluir un modelo similar en la ley de consultas catalana. Este atajo, sumado al derecho a voto de menores de 16 años y a inmigrantes, forma parte de la estrategia para esquivar la Ley Electoral española, la cual no contempla ninguna de esas tres características.
El periplo de Ortega, en todo caso, ha sido criticado por el PP. El diputado Santi Rodríguez, que confirmó que tratarán de evitar que el Govern destine 15 millones a la consulta, animó a la vicepresidenta a «aprender de Quebec», pero en el sentido de que, tras la consulta de 1995, «llegó el desastre económico».