EL MUNDO – 20/05/16
· El PP catalán pide que se retire la prohibición.
La prohibición de llevar banderas estelades a la final de la Copa del Rey y la apertura de la causa en el Tribunal Supremo contra el ex conseller Francesc Homs por su participación en la consulta del 9-N unieron ayer a las fuerzas soberanistas catalanas. Junts pel Sí y la CUP decidieron aparcar sus cada vez más evidentes diferencias para identificar esas dos decisiones como nuevos ataques al procés, como nuevas pruebas de que la secesión es un objetivo irrenunciable.
El propio presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, marcó la pauta al vincular el frente judicial contra Homs con la decisión de la delegada del Gobierno de Madrid, Concepción Dancausa, de vetar la presencia de banderas independentistas en la final que enfrentará el próximo domingo al FC Barcelona y el Sevilla en el Vicente Calderón. «Todo mi apoyo al amigo Francesc Homs ante la ofensiva judicial contra el 9-N. Prohibir la estelada y perseguir demócratas, todo en 24 horas», escribió el jefe del Ejecutivo catalán en la red social Twitter.
Puigdemont que, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya anunció el miércoles que no acudirá a la final de Copa como forma de protesta, acusó al Gobierno de estar violando «la libertad de expresión, un derecho fundamental irrenunciable».
Siguiendo la línea fijada por el president,y mientras señalaba una insignia independentista que ayer lucía en la solapa, Homs espetó: «Iré a declarar al Supremo con la estelada colgada». Realizada la advertencia, el ex portavoz del Govern, al que investigan por delitos de desobediencia, prevaricación y malversación, defendió que se enfrenta al «primer juicio político de la historia de la democracia española» y aseguró «no tener ningún miedo a ir a la cárcel».
El frente independentista contra la prohibición de acudir con estelades al Calderón actuó también desde el Congreso, donde el propio Homs y el republicano Joan Tardà pidieron la comparecencia del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, para justificar un veto «inaceptable».
Mientras tanto, la CUP llamó directamente a la desobediencia. Del mismo modo que la formación anticapitalista pidió recientemente que las instituciones catalanas desoigan todas las decisiones del Tribunal Constitucional (TC) que afecten a Cataluña, ayer invitó a los seguidores barcelonistas a protestar de la manera más «simpática, amable y contundente: llevando estelades» a la final de Copa en el Calderón.
Los aspirantes de la izquierda a la Presidencia del Gobierno también aprovecharon la polémica para atacar la decisión del Ejecutivo. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, acusó al presidente Mariano Rajoy de «agitar banderas» para ocultar problemas como el «multazo» de la Unión Europea a España por el incumplimiento del objetivo de déficit; y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, atacó el «tono autoritario y ridículo» del veto a la estelada.
El jefe de filas de Ciudadanos, Albert Rivera, pidió por su parte «un pacto entre todos para no llevar símbolos ideológicos al fútbol».
Ninguna de las interpelaciones hizo variar la postura del Gobierno. Su delegada en Madrid subrayó que «la ley es clara y no permite introducir elementos discriminatorios que influyan negativamente en el desarrollo de las competiciones». La estelada «puede generar tensiones», ahondó Dancausa.
Rajoy prefirió subrayar que las normas de la Federación Española de Fútbol y de la UEFA prohíben la bandera independentista, como acredita el hecho de que la máxima institución del fútbol europeo haya sancionado al FC Barcelona por la presencia de estelades en la final de la pasada Liga de Campeones y en el encuentro de esta edición frente al Bayer Leverkusen.
La voz discordante llegó desde el PP catalán. Su coordinador, Xavier García Albiol, dijo «no compartir» el veto al estar en contra «de que se prohíban las banderas».
El choque político tendrá hoy una derivada judicial, pues se resolverá el recurso presentado por un grupo de aficionados del FC Barcelona contra el veto a las estelades. Recurso al que se ha unido un segundo presentado por el propio club barcelonista.
EL MUNDO – 20/05/16