El Govern continúa preparando el desenlace del proceso independentista catalán. Anteayer, mientras aprobaba los Presupuestos que habilitan fondos para celebrar la consulta, el Ejecutivo catalán sacaba a concurso la adquisición de papeletas para celebrar unos eventuales comicios al Parlament.
La licitación, que aparece publicada con fecha del miércoles –es decir, mientras se procedía a la votación de las cuentas en el Parlament– precisa que el encargo es para proveer a la Generalitat «el material electoral necesario para la celebración de elecciones al Parlamento de Cataluña» durante los próximos cuatro años. Así, el Govern elude fijar la fecha de unos comicios que se dan por anticipados. El presupuesto de la licitación es de 775.714 euros.
Este encargo se produce en plena aceleración de los preparativos para celebrar el referéndum de independencia que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se comprometió a convocar como tarde en septiembre.
A pesar de que Junts pel Sí y la CUP se mantienen firmes, desde la oposición se augura que la votación secesionista será finalmente sustituida por unos nuevos comicios autonómicos.
A la espera de que esta contraposición de vaticinios se resuelva, el Parlament continúa adelante con los preparativos para hacer posible una desconexión acelerada.
El miércoles, la cámara catalana desoyó a los letrados de la Cámara y aprobó con los votos de Junts pel Sí y la CUP unos Presupuestos que el propio TC catalán había declarado contrarios a la Constitución por prever dedicar partidas para una votación secesionista para la que el Govern carece de competencias.
Y, en paralelo, hoy el Parlament ha convocado la primera reunión de la ponencia que se dedicará a reformar el reglamento de la Cámara para hacer posible la aprobación exprés de las llamadas leyes de «desconexión».
Si esta reforma prospera, el Parlament podrá tramitar proposiciones de ley por el procedimiento de urgencia con el visto bueno de sólo dos partidos, cuando hasta ahora se necesitaba la unanimidad de los grupos.
Junts pel Sí impuso su mayoría en la Mesa del Parlament con el objetivo de burlar el control del Gobierno y del Tribunal Constitucional sobre las «leyes de desconexión». Sobre todo para salvar la ley de transitoriedad jurídica, con la que el Govern pretende amparar el referéndum y pasar de la legalidad española a una propia catalana.
La intención de las fuerzas soberanistas es que Puigdemont convoque la votación sobre la independencia el mismo día que se apruebe esa norma.
La comisión sólo estará integrada por los diputados de Junts pel Sí, Jordi Turull y Roger Torrent y por la de la CUP Anna Gabriel, después de que el resto de grupos hayan renunciado a participar en sus trabajos al estimar que es un mero subterfugio para sortear al Constitucional.