EL CONFIDENCIAL 12/05/14
· Reservado un tramo para los catalanes
Los caminos de los independentistas vascos y catalanes siempre han discurrido en paralelo sin llegar a tocarse, con el mismo rumbo y a escasa distancia. Sin embargo, en los últimos meses sus estrategias están empezando a converger. La prueba más evidente de esa novedosa cercanía es la cadena humana que la izquierda abertzale ha convocado para el próximo domingo 8 de junio, idéntica a la que organizó el 11 de septiembre de 2013 la Asamblea Nacional Catalana (ANC), una organización sin ánimo de lucro que tiene como principal objetivo la consecución de la independencia de Cataluña.
Según fuentes policiales consultadas por este diario, el independentismo catalán se está volcando con la iniciativa de sus colegas vascos para ayudarles a que sea todo un éxito. Tanto la propia ANC como el partido Candidatura d´Unitat Popular (CUP), representante de las posiciones independentistas más extremas en Cataluña, están manteniendo continuas reuniones con los responsables de la plataforma organizadora de la cadena vasca Gure Esku Dago (en castellano, Está en nuestras manos), para transmitirle las experiencias de la Via Catalana y colaborar en la estrategia de difusión de su iniciativa.
La relación entre ambos movimientos es tan estrecha que ni siquiera se esconde. La semana pasada, por ejemplo, escenificaron sus vínculos en la Euskal Etxea (Casa de Euskadi) de Barcelona. Gure Esku Dago y la también asociación proindependentista Òmnium Cultural convocaron a los medios para anunciar un acuerdo de colaboración que se traducirá en la presencia de uno de los tradicionales castells en la vía vasca. Òmnium ya tenía previsto exhibir ese símbolo de la cultura catalana en siete ciudades europeas dentro de un nuevo programa de actos por la independencia de Cataluña. Tras ese acuerdo, habrá una octava torre humana en Pamplona. Los organizadores de la cadena del 8 de junio han convertido a la capital de Navarra en uno de los extremos del recorrido para subrayar la importancia de la comunidad foral en sus aspiraciones separatistas. El otro extremo será Durango (Vizcaya).
50.000 personas para 123 kilómetros
Gure Esku Dago quiere unir esas dos poblaciones, separadas por 123 kilómetros, con 50.000 personas. Para financiarse, los promotores han puesto en venta cada uno de los metros del recorrido a un precio de cinco euros. Según los datos que manejan, a finales de marzo ya habían comprado un metro 22.000 ciudadanos. “Las cifras son buenas. Aún es pronto para saber si cubriremos el objetivo pero damos por seguro que en estos momentos hay muchas más personas apuntadas de las que había en marzo”, asegura Ángel Mari Elkano, que ejerce como portavoz de la organización. Asimismo, al igual que ocurrió en la Via Catalana, han aprovechado el tirón de la cita para poner a la venta camisetas conmemorativas. Los parecidos entre ambas iniciativas son interminables.
No obstante, Elkano asegura que la iniciativa vasca comenzó a pergeñarse mucho antes de que apareciera en los medios la Via Catalana. “Esto es el resultado de una iniciativa que se hacía sólo en una comarca. Pensamos que podíamos hacer eso mismo para unir a todo el país. Es cierto que la percepción generalizada es de que esto es una copia de la cadena catalana, pero comenzamos a trabajar en el proyecto mucho antes”, aclara el portavoz de los promotores.
Un kilómetro para los catalanes
El independentismo catalán también ayudará a sus colegas del País Vasco a completar la distancia que se han marcado. El kilómetro 109 se ha reservado para los simpatizantes que se desplacen desde Cataluña. “Se trata de una cuestión simbólica”, apunta Elkano, que asegura que el acto del 8 de junio únicamente tiene su origen en la sociedad civil, al margen de siglas políticas. Esa es una de las ideas que más está esforzándose en transmitir Gure Esku Dago en los numerosos actos de promoción que está realizando en los últimos dos meses para tratar de garantizarse una asistencia masiva. “Se está consiguiendo crear una dinámica transversal. No hay un solo origen ni una sola ideología. No hay una estructura de ningún tipo en esta iniciativa. Somos personas de diferente procedencia. Es un hecho que ya se está viendo y que se verá el día de la cadena”, señala rotundo Elkano.
Las fuentes policiales consultadas no están de acuerdo. Los expertos en la lucha antiterrorista sostienen que detrás de esa aparente pluralidad se esconde en realidad un plan de la izquierda abertzale para liderar la carrera por la independencia del País Vasco, ahora que ETA ha dejado de conseguirle un sitio privilegiado en el escenario político mediante sus asesinatos. Aseguran que Gure Esku Dago sólo es una de las muchas marcas blancas que ha alumbrado la galaxia asociativa de Batasuna en los últimos meses para tratar de alzarse como la única voz legítima del pueblo vasco.
El precedente más inmediato de esa estrategia tuvo lugar el pasado enero, cuando la izquierda abertzale consiguió sacar a miles de personas a las calles de Bilbao para reclamar la excarcelación de los presos de ETA. Aquella iniciativa, que acabó siendo también apoyada por el PNV tras la polémica desarticulación del comando de abogados de la banda terrorista, recibió el nombre de Tantaz Tanta («Gota a gota») y tenía igualmente una clara vocación mayoritaria. Pero las Fuerzas de Seguridad concluyen que detrás de aquella plataforma y de Gure Esku Dago se encuentran los mismos políticos abertzales de siempre, aunque prefieran permanecer en un discreto segundo plano para no expulsar del movimiento a los nacionalistas moderados.
Una plataforma con aspiraciones de permanencia
La principal novedad estriba ahora en el apoyo que la izquierda abertzale está recibiendo desde Cataluña para cubrir los 123 kilómetros de su cadena y transformarla luego en un símbolo, como ya ha hecho el independentismo catalán con su vía. La campaña de las elecciones al Parlamento Europeo está contribuyendo a reforzar ese apoyo mutuo. Las CUP no se presentan a los comicios, pero sus dirigentes ya han mostrado públicamente su respaldo a la candidatura de Los Pueblos Deciden, una coalición de partidos independentistas de izquierdas liderada claramente por EH Bildu. El pasado sábado, el portavoz de las CUP en el Parlamento catalán, David Fernández, se desplazó a San Sebastián para expresar «toda la complicidad y solidaridad» de las CUP con ese proyecto.
Está por ver si las similitudes aumentan después del 8 de junio. La ANC existía antes y después de la cadena por la independencia catalana. De hecho, se ha convertido en uno de los actores fundamentales en la campaña por la autodeterminación de Cataluña. Pero Gure Esku Dago, que aspira a desempeñar exactamente ese mismo papel en el País Vasco, aún no ha aclarado su futuro. “Eso es una cuestión que está en debate”, apunta Elkano. “Tenemos que decidir después del día 8 de junio si se continúa con esta plataforma. Hay voluntad de que sea así, pero tenemos que verlo”.