EL CONFIDENCIAL 10/01/13
Los datos son contundentes y no dejan lugar a dudas. País Vasco y Navarra continúan beneficiándose de sus respectivos sistemas forales. Hasta el punto de que -gracias a los conciertos- sus ciudadanos obtienen más renta disponible que la que les correspondería en función de su PIB per cápita.
O dicho en términos más precisos: si en el caso del País Vasco su PIB per cápita equivale al 132,5% de la media española, su renta disponible (lo que realmente tuvieron las familias vascas para gastar) representa al 133,9%. En el caso de Navarra, más de lo mismo. El PIB per cápita supuso en 2011 -último año con cifras cerradas- el 126,8%, pero su renta escaló hasta el 127,6% tras aplicarse el sistema de financiación.
La diferencia puede parecer reducida, pero hay que tener en cuenta que eso significa que algunas regiones están transfiriendo renta al País Vasco y Navarra pese a situarse ambas en la cúspide de la riqueza por habitante. El caso más significativo continúa siendo el de la Comunidad de Madrid, que teniendo un PIB per cápita equivalente al 129,9% de la media española (igual a 100) su renta disponible baja hasta el 119,5%.
Se trata, con diferencia, de la caída más pronunciada entre una variable y otra, y en la misma situación (aunque con menor intensidad) se encuentran Cataluña, La Rioja, Baleares, Canarias y Murcia, que son las regiones que soportan realmente la solidaridad interregional, toda vez que generan más riqueza de la que están en condiciones de gastar (una parte de la renta se destina al ahorro).
País Vasco y Navarra, por lo tanto, no sólo no contribuyen a la solidaridad, sino que, por el contrario, ven aumentar su renta disponible gracias a sus sistemas forales, que les permiten recaudar en sus propios territorios y luego ajustar cuentas con la Hacienda central mediante el cupo, cuya metodología tiene una revisión quinquenal (el último vigente afectó al periodo 2007-12 y ya ha expirado) El problema no se deriva de la existencia de esos regímenes fiscales propios, sino de sus sistemas de cálculo.
Este estudio, por ejemplo, concluye que sólo en IVA el País Vasco le cuesta al resto del Estado 1.820 millones. Este otro va en la misma línea, y llega a la conclusión de que la contribución del País Vasco a los gastos generales del Estado está aminorada en unos 4.500 millones de euros, tanto porque no se calculan de forma correcta los servicios que presta la Administración en su territorio como el sesgo a la baja de los ajustes por IVA.
Regiones ricas y pobres
No hay que olvidar que, según los datos del INE sobre la Contabilidad Regional de España, el País Vasco tiene la mayor renta disponible de España: 20.034 euros, pero Madrid, que es la segunda con mayor PIB por habitante, baja al tercer puesto (tras Navarra) cuando se incorporan las transferencias del Estado hacia las regiones más pobres. Cataluña es la cuarta comunidad en uno u otro caso, aunque su renta disponible baja apenas la tercera parte que en el caso de Madrid.
El caso del País Vasco es, con diferencia, el más significativo, toda vez que su nivel de renta es casi un 34% más elevado que la media del conjunto del país, mientras que en el caso de Navarra asciende al 28%. Otro caso singular, aunque en sentido contrario, es el de Baleares, que es la séptima comunidad en PIB per cápita, pero la novena en renta disponible. Lo curioso es que está, incluso, por detrás de Castilla y León, que recibe más de lo que aporta. La comunidad balear es, por lo tanto, la otra gran ‘pagana’ del modelo autonómico.
Como es lógico, y debido al fuerte efecto redistributivo que tienen las políticas públicas, las regiones en las que hay más distancia entre lo que producen (el PIB per cápita) y lo que tienen para gastar (renta disponible) son las más pobres. Asturias es, de largo, la región que más se ve favorecida por estas políticas (su PIB per cápita es el décimo más alto del país), pero su nivel de renta disponible escala hasta el séptimo puesto.
En una situación similar –aunque con menor intensidad- están Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia, que se benefician de forma importante de la solidaridad interregional.
EL CONFIDENCIAL 10/01/13