No es una sensación, es una convicción. El Estado Islámico –IS por sus siglas en inglés, aunque la seguridad del Estado sigue prefiriendo referirse a él como Daesh– está aquí, está cada vez más cerca y tiene a España entre sus objetivos. Así, durante los últimos meses, los servicios de inteligencia han detectado un potente incremento de la actividad de los terroristas en idioma español. Quieren expandirse y quieren que su mensaje no sólo se difunda en árabe o en inglés. Quieren que los ciudadanos de habla hispana sepan de sus intenciones. Y a eso han dedicado un importante esfuerzo que los especialistas consideran que sirve para aumentar la sensación de amenaza sobre nuestro país.
Este hecho, junto a la últimas acciones terroristas del Daesh en Francia y Alemania, incrementa el temor a posibles actuaciones en España, según explicaron a este periódico fuentes de la lucha antiterrorista.
Estos especialistas han detectado cómo los órganos de propaganda del Daesh han potenciado sus mensajes en español, lengua a la que hasta ahora apenas habían prestado atención, centrando la divulgación de sus acciones en inglés.
Pero durante los últimos tres meses «se ha notado un incremento notable de la propaganda escrita en español que la organización terrorista Daesh ha difundido a través de las redes sociales», apuntan estos expertos.
Uno de los puntos que marcan los analistas como inicio de este cambio de actitud fue la puesta en marcha en las redes sociales de una campaña para captar traductores, un mensaje bot con el que buscaban traductores que podrían trabajar desde su propio domicilio.
Según estas fuentes, los primeros pasos del incremento de la presencia del Daesh en redes utilizando el español se detectaron en un artículo firmado por «el hijo de Al Andalus» que se difundió en español, árabe, inglés y francés, y hacía referencia a los islamistas presos en cárceles españolas acusados de terrorismo. Era un llamamiento a sus seguidores para tratar de liberar a esos encarcelados. El artículo fue difundido en una de las cuentas de Twitter utilizada por Ajnad al Khilafah, organización que juró su adhesión a Daesh.
Además, desde el pasado mes de mayo se detectó cómo Daesh había creado en la red Telegram dos nuevos canales informativos, uno en español y el otro en portugués. Ese canal permitía a sus seguidores recibir noticias actualizadas sobre la organización terrorista.
Ese mismo mes se difundió por las redes sociales el primer comunicado de Daesh dirigido expresamente a España. Se amenazaba a los españoles que estuvieran en tierras musulmanas. El comunicado estaba firmado por Abu Bara bin Malik, Khadem al-Khilafa (servidor del Califato).
Un mes después, en junio, apareció una infografía en uno de los medios de propaganda habituales de Daesh en la que se incluían las operaciones de «martirio» (atentados suicidas) realizados ese mismo mes en Siria, Libia e Irak. De nuevo, el texto en español.
Fue en junio precisamente cuando comenzaron a distribuirse en las redes sociales (fundamentalmente en Twitter), mensajes bot con una «oferta de empleo» para traductores de español y de portugués. Los bot son perfiles automatizados que mandan mensajes de forma continuada. «Queridos hermanos y hermanas, tenemos la necesidad de hermanos y hermanas que hablen portugués o español para ayudarnos en nuestro proyecto, si Alá quiere. Si tú hablas una de estas lenguas y quieres unirte a nuestro equipo de traductores, por favor cliquea aquí».
Otro de los datos que los analistas han tenido en cuenta para sospechar que el Daesh tiene la mirada más fija en España es otra infografía, difundida el 29 de junio, tanto en inglés como en español. En la misma se detallan las áreas de influencia del IS en Siria e Irak, otras áreas con control más moderado por parte de los terroristas como Chechenia, Yemen o Nigeria. Y añade áreas donde el Daesh tendría una presencia «encubierta», como Francia, Túnez, Líbano o Turquía.
Recuerdan estas fuentes el comunicado del pasado 30 de junio en el que Daesh reivindicaba el asesinato del sacerdote copto, Rafael Moussa de la parroquia de San Jorge de Al Arish, en Egipto. El comunicado en español rezaba: «Soldados del Daesh tuvieron éxito al dar con el objetivo, el sacerdote Moussa Azmi, conocido como Rafael, quien combate el islam».
Poco después, el 5 de julio, medios yihadistas difundieron otra infografía en español bajo el titular «la cruzada fallida». Incluyen datos sobre las operaciones de la coalición internacional contra el Daesh.
Casi coincidiendo con la masacre de Niza, apareció un nuevo vídeo propagandístico que presenta como gran novedad que está íntegramente subtitulado en español. La versión en castellano fue difundida el pasado 14 de julio. Su versión árabe se divulgó nueve días antes.
Los analistas determinaron que la autoría de los textos era de alguien cuya lengua materna es el español, debido a la alta calidad de la traducción, tanto en la escritura como en la sintaxis. Incluso, apuntan que el texto se haya podido realizar en suelo español.
El 17 de julio, una nueva infografía en español difundida por los canales yihadistas habituales. En ella se recogen los ataques de la organización terrorista en Francia. Al día siguiente, los radicales difundieron por su canales habituales un cartel relativo a una conquista de Roma por parte de los yihadistas: «Conquistaremos tu Roma», apunta en español.
Todos estos indicios alimentan las sospechas de que, para los terroristas islamistas, España sigue siendo un país prioritario. Su mirada está centrada en Francia y Bruselas por múltiples razones. Allí no tienen que trasladar efectivos, no tienen que esperar «retornados», porque hay elementos dispuestos a atentar, ya cuentan con células estructuradas y con la autonomía suficiente como para cometer atentados en cualquier momento. De este tipo de células es la que desmanteló ayer la policía belga en Lieja, cuando estaban ya en disposición de llegar a cabo un atentado en su propio país, una célula compuesta de nuevo por dos hermanos.
En breve se producirán tres excarcelaciones. En breve, a partir del año que viene, tres de los condenados por la masacre del 11-M saldrán de prisión tras cumplir sus condenas. Y los tres serán expulsados.
Según explicaron fuentes de la Audiencia Nacional, de los condenados por la masacre de Madrid del 11 de Marzo de 2004, donde fueron asesinadas 192 personas, quedan 10 terroristas cumpliendo pena. Y ya el año que viene comienzan sus excarcelaciones. El primero en salir será Yusef Belhadj, nacido en B’Touzine (Marruecos). Fue detenido en Bélgica el 1 de febrero de 2005. Llegó a ser considerado el responsable del ala militar de Al Qaeda en Europa. Se le acusó de presunto autor por inducción de 191 delitos de asesinato y se le pidieron 38.962 años de cárcel. Finalmente fue condenado a 12 años de prisión por pertenencia a organización terrorista.
También serán excarcelados en los próximos meses Saed Harrak y Abdelmajid Bouchar, que serán expulsados a Marruecos tras cumplir su condena de 12 años.
Este inicio de las excarcelaciones podría generar cierta inquietud por el perfil de peligrosidad y de reincidencia de los condenados, no sólo de los implicados en los atentados del 11-M sino del resto de islamistas vinculados con las tramas terroristas que actualmente cumplen condena en prisiones españolas.
Pero el dilema está bastante controlado, al menos desde la parte administrativa. Aduciendo motivos de seguridad nacional, todo aquel condenado por terrorismo islamista que no tenga nacionalidad española será expulsado a su país de origen. Este será el caso de Yusef Belhadj quien, cuando acabe su pena en España, será directamente enviado a Marruecos. La gran mayoría de los condenados por sus vínculos con Daesh o Al Qaeda tienen principalmente Marruecos como país de procedencia. Las actuales relaciones bilaterales con el país vecino pasan por uno de los mejores momentos de la historia y esta situación ayuda enormemente a la expulsión de estos condenados.
En cuanto a los que tienen nacionalidad española, el asunto se complica más porque no pueden ser expulsados. Pero, como explican fuentes de los servicios de inteligencia, el Estado tiene margen para mantener una vigilancia sobre ese excarcelado. El perfil de estos yihadistas no es precisamente el de un preso habitual que tenga la capacidad de reinsertarse y apartarse de su actividad delincuencial. «Al contrario, son convencidos que el día que puedan volverán a estar en las estructuras terroristas y retomarán sus intentos de cometer atentados», apuntan estas mismas fuentes.
Desde la Audiencia Nacional explican a este periódico que actualmente hay 31 presos condenados por delitos de terrorismo que están cumpliendo condena. Además, cerca de otro centenar están también en prisión, en preventivos, pendientes de ser juzgados.
La gran mayoría de las acusaciones están relacionadas con las estructuras de captación, para buscar nuevos terroristas, o con las canalizaciones de financiación del Daesh y de Al Qaeda.