EL MUNDO – 07/11/14
· Los yihadistas del Estado Islámico decapitan a su quinto rehén occidental, Peter Kassig, estadounidense que se había convertido a la fe musulmana.
El Estado Islámico (en siglas inglesas IS) decapitó ayer al cooperante estadounidense Peter Kassig (Abdelramán Kassig después de su bautismo musulmán). La organización yihadista, que ha extendido sus dominios por Irak y Siria, lanzó así un órdago al islam. Cada vez más pensadores religiosos rechazan en público al IS. Incluso militantes del Frente Nusra, brazo de Al Qaeda en Siria, habían apoyado públicamente al joven.
El Estado Islámico publicó ayer su asesinato en una filmación de 15 minutos en internet. A diferencia de vídeos de decapitaciones anteriores, el califato no mostró vivo a Kassig, no lo usó para emitir propaganda y situó los hechos en Dabiq, cerca de la frontera turca. En una secuencia inicial, 16 militantes yihadistas –algunos analistas creen que cada uno de diferente procedencia– ejecutan a cuchillo a otros tantos soldados oficialistas sirios.
Al final de la grabación, el verdugo de acento británico que mató a los anteriores rehenes –y al que se creía herido tras bombardeos de la coalición anti IS la semana pasada– volvió justificar sus acciones amparándose en los ataques internacionales a su califato. Hablando junto a la cabeza cortada de Peter Kassig, concluía: «Peter, que luchó contra los musulmanes en Irak […] no tiene mucho que decir».
Kassig, de 26 años, había sido soldado en el 75º Regimiento de Rangers entre 2006 y 2007, año en que vivió una experiencia espiritual trascendental. Abandonó Irak y el ejército de EEUU. En 2012 se desplazó al Líbano para ayudar en tareas sanitarias a las víctimas de la guerra que destruye Siria desde hace más de tres años. Se convirtió a la religión musulmana, algo que ha añadido aún más sinsentido a su muerte a ojos del mundo islámico.
Poco después fundó la ONG Respuesta y Asistencia en Emergencias Especiales (SERA) basada en Gaziantep, al sur de Turquía. El 1 de octubre de 2013 lo secuestraron cuando iba en ambulancia por Deir Ezzor –este de Siria– a donde había acudido por razones humanitarias. Hasta Abu Omar Aqidi, un prominente líder del Frente Nusra cuyas heridas Kassig había curado, intercedió por él. Los padres del cooperante, oriundo de Indiana, pidieron en un comunicado que se recordara a su hijo «por su importante labor y el amor que compartió con amigos y familia». Pidió no publicar imágenes de su muerte para no dar alas al yihadismo.
Peter Kassig es el quinto occidental decapitado por los yihadistas desde agosto pasado, cuando mataron al compatriota Jim Foley en represalia por el inicio de los bombardeos contra el IS. El segundo estadounidense asesinado fue el periodista Steven Sotloff. Luego, los británicos David Haines y Alan Henning, ambos dedicados a tareas humanitarias. El IS, que se cree que mantiene a más de 10 rehenes occidentales, no amenazó ayer con matar a otro.
EL MUNDO – 07/11/14