ABC 11/08/16
· Coincidieron en un almuerzo en casa de Pilar Rahola, que difundió las imágenes por internet
La periodista y vocera del independentismo catalán, Pilar Rahola, se desgañitaba ayer en la emisora RAC1 para dar visos de «normalidad» y negar ninguna «conspiración» en la comida que el pasado martes ella organizó en su casa de Cadaqués (Gerona), una paella que celebra cada verano, y que ella se encargó de publicitar con fotos y vídeos que colgó en las redes sociales.
· Estelada
Trapero evitó hacerse una foto con la estelada, como sí hizo el presidente de la Generalitat
La cita reunió en «can Rahola» al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y a su esposa, Marcela Topor, que asistían por primera vez. El «president» se arrancó con la guitarra a tocar el «Let it be» de los Beatles. Pero también acudió uno de los habituales a este encuentro, el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero. Con camisa hawaiana y sombrero, el máximo jefe de la policía catalana también amenizó la velada tocando a la guitarra «Paraules d’Amor» de Serrat mientras los comensales le hacían los coros. Les acompañaban, entre otros, el expresidente del FC Barcelona Joan Laporta, el científico Bonaventura Clotet, y la periodista de TV3 Helena García Melero.
La presencia de Trapero en una fiesta con Puigdemont, en pleno desafío secesionista que empieza a tener consecuencias jurídicas, desató las críticas. «Puigdemont tiene un problema con su amiga megalómana Pilar Rahola, que cuelga fotos de un acto privado. Sin embargo, más allá de esto lo que me preocupa es ver al máximo jefe de los Mossos de compadreo con el presidente de la Generalitat», declaró a ABC el líder del PP catalán, Xavier García Albiol.
También en los Mossos asomaron los reproches. El portavoz del sindicato SAP-Fepol, Valentín Anadón, dijo a ABC que «nos preocupa la mezcla entre el ámbito privado de Trapero, que respetamos, y su papel institucional. Siempre hemos defendido que los mandos policiales deben preservar la imagen de imparcialidad y de apolíticos».
Las fuentes consultadas por ABC explican que la comida a la que asistió Trapero se convoca desde hace muchos años –él y su pareja han asistido a las últimas ocho, invitados por un tercero–, y a ellas nunca había ido Carles Puigdemont. Esta, además, era la primera vez que se hacía en casa de Rahola y la presencia del presidente de la Generalitat en la fiesta parece que fue motivo de sorpresa para el policía, que no obstante decidió quedarse por la amistad que le une a la persona que lo invitó y en la confianza de que nunca se publicarían imágenes.
Defensor a ultranza de la ley
La decisión de Rahola de publicitar esa reunión a través de las redes sociales sin consultar previamente si alguno de los asistentes tenía inconveniente en que lo hiciera, ha causado extrañeza en el entorno de Trapero. Se trata de un comisario bien considerado, cuya independencia del poder político hasta ahora estaba fuera de toda duda. Además, es firme defensor del ordenamiento jurídico. De hecho, evitó hacerse una foto con una bandera estelada, como hicieron varios de los asistentes, entre ellos Puigdemont y Rahola.
Aparecer como una persona afín a los postulados de Puigdemont podría ser utilizado como argumento por parte de sus adversarios. Trapero, en cualquier caso, prefirió no hacer comentario alguno sobre este asunto, que se produjo en un ámbito privado pero que ha trascendido por la intervención de Pilar Rahola.