ABC 10/10/13
· La autorización pedida por Carrasco, condenado a más de cien años, está prevista para otros casos.
El preso etarra Luis Carrasco Aseginolaza no podrá salir de prisión para acudir a la presentación de un libro del que es coautor. Lo decidió en la tarde de ayer el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, al denegar el permiso extraordinario que había solicitado el terrorista. Según fuentes jurídicas, los motivos del juez son esencialmente tres. El primero es que esta petición no encaja formalmente en los motivos previstos para la concesión de los permisos extraordinarios. Estas autorizaciones contemplan salidas, por ejemplo, en caso de defunción de un familiar o nacimiento de un hijo. El segundo motivo es que no se trata de una salida programada por el centro penitenciario. Por último, el juez considera que en la peticion realizada por el abogado del etarra tampoco constan con precisión ni la fecha ni la hora del permiso solicitado.
El acto al que pretendía acudir Carrasco es la presentación del libro «Los ojos del otro», que tendrá lugar hoy jueves a las siete de la tarde en la Universidad de Deusto, que fue quien le invitó a la presentación en el marco de un ciclo llamado «Experiencias para la convivencia: protagonismo-de víctimas y victimarios». El libro en cuestión trata, precisamente, sobre esos encuentros «restaurativos» entre víctimas del terrorismo y exmiembros de ETA. En algunos de esos cara a cara participó personalmente Carrasco, que ha sido condenado a más de 100 años de prisión por su participación en tres asesinatos de la banda terrorista: el del director financiero de «El Diario Vasco», Santiago Oleaga, en 2001; el del exgobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jáuregi, en 2000; y el del alto mando de la Ertzaintza Mikel Uribe, también en 2001.
Posteriormente, ya en prisión, fue uno de los etarras que se acogió a la «vía Nanclares» y firmó una carta distanciándose de ETA.
Permiso ordinario
En su escrito, el juez Castro hace constar que la petición se podría reconducir por la vía de los permisos ordinarios, ya que Luis Carrasco tiene solicitados dos que están pendientes de resolver. Es decir, para este tipo de peticiones lo correcto habría sido presentar no un permiso extraordinario, sino uno ordinario.
El fiscal Pedro Rubira, al que Castro pidió opinión antes de pronunciarse, se opuso a la concesión de tal autorización alegando, como también ha hecho el juez, que la vía emprendida por el preso no era la adecuada para este tipo de actos.