Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
Llevamos años en los que el Gobierno se sustenta sobre inestables geometrías variables que proporcionan apoyos inestables. Así que, supervivencia obliga, ha desarrollado un sistema magnífico para seguir respirando. Está condenado a negociar cada tema y cada día. Todos los temas y todos los días. Lo hace siempre forzado por sus carencias y, en consecuencia, obligado a practicar la cesión permanente. ¿Qué se cede? Lo que haga falta. ¿Hasta dónde? Hasta donde sea necesario. ¿Hasta cuándo? Hasta mañana o hasta que pase el apuro y ya nadie se acuerde del lío.
Hay muchos ejemplos. El que los cubre a todos son los Presupuestos. Ya sabe que era costumbre en el ‘Ancien Régime’, hasta que llegó el Gobierno de progreso progresista, que cada año legislativo se iniciaba con la aprobación de los Presupuestos Generales que eran la plasmación numérica de los proyectos gubernamentales. Bueno, pues ya no. Ahora se gobierna sin Presupuestos con naturalidad. Total, entre que muchas partidas no se cumplen, otras se ignoran y todas se ‘descargan’ al final del año ante la indiferencia general, lo mejor es no llevarse un disgusto por algo tan nimio.
A partir de ahí, qué quiere. ¿Se compromete con sus socios cosas contradictorias? Pues nada, se insiste en ello. Llegan noticias de que la reforma fiscal aprobada hace unos días va a tener más enmiendas que granos de arena en el desierto. Como a Junts se le aprobó la retirada del impuesto a las energéticas pero a Podemos se le garantizó su permanencia, pues se mantiene y se estudia eliminar como compensación el impuesto a la generación. ¿Se pueden planificar así las inversiones? Desde luego que no. Al menos no en el sector energético. ¿Y qué mas da? Sus inversiones tienen periodos de maduración muy largos y de recuperación mayores. Pero todo sucede en el largo plazo, ese tiempo que nunca cuenta. De ahí que el sector clame siempre por marcos legales estables. Y como no los hay corremos el peligro de que se abandonen las inversiones. Pero eso siempre será culpa de las energéticas que, como todo el mundo sabe, forman parte del núcleo duro de la ‘fachosfera’.
Pero no todo son impuestos y economía. ¿Se acuerda de las elecciones en Venezuela? Cuando el PP reconoció el triunfo de Edmundo González, el Gobierno pidió esperar a ver las actas y a oír a Europa. Y cuando Europa le reconoció, pidió esperar a las actas. ¿Cuánto tiempo hay que esperar a las actas? No sé, pero esté tranquilo. Será menos de seis años. Es lo que duran allí los mandatos presidenciales.