EL PAÍS, 20/10/11
Contención en el PSE tras el nuevo ataque de Eguiguren a López para evitar fricciones – Rubalcaba llega el sábado
El lehendakari, Patxi López, evitó la acidez pero no la contundencia para responder ayer, desde Washington, a las descalificantes críticas que le dirigió ayer Jesús Eguiguren, presidente del PSE, en una entrevista concedida a El Periódico de Cataluña, en Madrid. Eguiguren afirmó que «a pesar de que le habrían puesto a parir, el lehendakari tendría que haberse quemado, arriesgado y jugado el todo por el todo» en la conferencia por la paz, celebrada el pasado lunes en San Sebastián. «Nosotros nos hemos achicharrado siempre por la paz», fue la respuesta inmediata de López, según informa Pedro Gorospe.
Esta nueva embestida del presidente del PSE-EE a Patxi López ha vuelto a causar el lógico malestar en el seno del partido, aunque nadie quiere replicar públicamente desde el País Vasco a Eguiguren con la misma intensidad para evitar, sobre todo ahora, una imagen de división «que jugaría en favor de todos los demás menos de nosotros», admitía ayer un dirigente socialista. Quizá así se explique que el lehendakari contara hasta tres para no replicar con más dureza a una voz que conoce perfectamente en su fondo y forma, pero que, sobre todo, le ha venido colocando en situaciones demasiado comprometidas para su autoridad dentro del escenario político vasco.
Tampoco se espera que Alfredo Pérez Rubalcaba ahonde en esta nueva herida abierta durante el encuentro que el próximo sábado mantendrá en el Kursaal de San Sebastián con los cabeza de lista del PSE-EE en los tres territorios vascos para las elecciones del 20-N. De momento, el candidato socialista se limitó a decir ayer, en Onda Cero, que «no comparte, pero respeta» las críticas de Eguiguren para así demostrar, añadió, que el PSOE «no es una secta».
No obstante, en un intento de interpretar las razones que llevan a Egiguren a evidenciar estos desahogos en materias siempre relacionadas con el final de la violencia quizá sirva la significativa explicación facilitada por una persona próxima a Ajuria-Enea: «Es el problema de los exploradores. Se les manda para que oteen el panorama y luego quieren dirigir las operaciones», vino a decir ayer esta fuente para concluir que «efectivamente, tiene toda la información necesaria, pero no acierta con la estrategia».
Con todo, en el PSE-EE se guarda un interpretativo silencio sobre esta crítica tan directa de Eguiguren hacia el lehendakari que viene a consolidar las críticas de que había sido objeto desde los sectores convocantes de la Conferencia de Paz de San Sebastián y, de una manera nítida y constante, desde el PNV.
Egiguren sostiene que «el lehendakari tiene que medir, pero los vascos le eligieron para hacer la paz, y se tenía que haber achicharrado si hubiera sido necesario».
Desde la parte aludida, como recoge Pedro Gorospe, López respondió que no puede compartir «de ninguna manera» las opiniones del presidente del PSE-EE a quien, añadió, el Gobierno vasco y él mismo han «arropado siempre».
López consideró que la paz «siempre» ha sido su «obsesión» y que el final de la violencia no va a venir «porque se convoque una conferencia internacional» como la de San Sebastián, sino que se ha logrado «después de muchos años de sufrimiento y de firmeza democrática». López considera que Eguiguren «también se equivoca» cuando lamenta que vayan a ser otros los que se lleven el reconocimiento por haber conseguido la paz, en referencia a la izquierda abertzale. «Traer la paz», dijo López, «no es un esfuerzo que hayamos hecho para traer votos, sino que es algo por lo que hemos trabajado para conseguir el bienestar de la sociedad».
EL PAÍS, 20/10/11