DIARIO VASCO, 14/4/12
Los nuevos portavoces del colectivo de presos rechazan medidas individuales. El Gobierno francés se suma al español en su rechazo a abrir cualquier diálogo si ETA no se disuelve
El lehendakari pidió ayer a los portavoces del EPPK que no «engañen» a los reclusos de ETA porque «no va a haber amnistía ni soluciones colectivas», como reclamaron los seis nuevos representantes del colectivo de presos en la entrevista en la que se muestran dispuestos a entablar un diálogo con el Gobierno. Lo primero que tienen que hacer, señaló Patxi López, es «reclamar a ETA que se disuelva definitivamente» y después «liberar a sus presos de su propia dictadura», porque, según recordó, hasta hace poco les impedían aceptar los beneficios penitenciarios recogidos en la ley.
El lehendakari respondió así al mensaje que los históricos dirigentes de la organización armada que han asumido la representatividad del EPPK lanzaron en una información publicada ayer por Gara. En ella, rechazan medidas individuales para los reclusos y piden una «amnistía integral». Los portavoces -Mikel Albisu, ‘Antza’, Marixol Iparragirre, ‘Anboto’, Jon Olarra Guridi, Xabier Alegria, Anabel Eguës y Lorentxa Guimon- aseguran que todos «desarrollaron su militancia siendo miembros de un colectivo» y como miembros de él, «cruzaremos la puerta a la libertad». «La solución será colectiva o no será», añaden.
Las palabras del colectivo, que rechaza el aval a la doctrina Parot dado por el Tribunal Constitucional y contra el que esta tarde hay convocada una marcha en Bilbao, no recibieron más contestación de López, en declaraciones a la Cope, que esa exigencia de desaparición total de la banda. La misma que trasladó a la izquierda abertzale, a quien pidió además que «asuma su responsabilidad con lo que ha pasado en este país porque han dado cobertura política y respaldo social a ETA. Deben rechazar ese pasado».
En el mismo sentido, los Gobiernos español y francés rechazan el llamamiento que el EPPK realizó para «que tomen contacto con nosotros» y «dar pasos». «Hemos tendido una mano a los Estados. No han querido cogerla», reprochan los presos, al tiempo que acusan a ambos Estados a «poner freno al proceso» intentando «utilizarles como moneda de cambio para escenificar una victoria». «Saben que hasta el paso más pequeño que den alimentaría el proceso e impulsaría el nuevo escenario», añaden en la entrevista, en la que insisten en pedir al PP que «actúe con seriedad» y encare «las razones del conflicto».
Después de que ya el jueves, el Gobierno del PP rechazara cualquier diálogo hasta la disolución de ETA, «porque no hay nada que negociar», y se reafirmara en su política de «aplicar estrictamente la ley» y conceder beneficios penitenciarios únicamente de forma individualizada, ayer el Ejecutivo francés se sumó a esa negativa. «Desde hace mucho tiempo estamos esperando una declaración pública, categórica y clara» de la «renuncia» de ETA a la violencia, reaccionó ayer el ministro galo de Exteriores. Bernard Valéro confirmó asimismo la «colaboración total» con Mariano Rajoy en este asunto.
«Los presos son personas»
Además de los dirigentes gubernamentales, las declaraciones del colectivo de presos generaron múltiples reacciones entre fuerzas políticas y víctimas. Así, los partidos firmantes del Acuerdo de Gernika, cada uno por separado, hablaron sobre la «conveniencia» de que los Ejecutivos español y francés acepten hablar con el EPPK. Así lo aseguró el coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, quien indicó que si los presos aceptan «el principio de la referencia a los Derechos Humanos» y están de acuerdo con «el cese definitivo en el uso de la lucha armada decretado por ETA se puede y sería conveniente hablar con ellos».
«Los presos son personas, mucho más que miembros de un colectivo deben ser considerados personas, y como tales son acreedores de una atención por ser también consecuencia de un conflicto que se está superando con mucho sufrimiento, con sangre, sudor y lágrimas», añadió Zabaleta.
La izquierda abertzale, por su parte, criticó la reacción del lehendakari ante la declaración de los presos y le acusó de «seguir muy despistado y ajeno a lo que está pasando». Txelui Moreno consideró que «nadie que viva activamente la política de este país» puede oponerse «a cambiar la vengativa e inhumana» política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA. El dirigente abertzale interpretó además como «pasos» la oferta de diálogo del EPPK y reclamó una respuesta similar.
También así lo entendió Maribi Ugarteburu quien aseveró que los reclusos han enviado un mensaje para evitar «la resignación» y consideró que «no agacharán la cabeza» porque hay que «desatascar todo el complejo nudo» que, a su juicio, envuelve su situación. Desde EA, su secretario general, Pello Urizar, indicó que los presos «son conscientes de la nueva etapa que estamos viviendo» y destacó que «la gran novedad» ahora es «que el Gobierno español asuma la necesidad de hablar» con ellos, porque «la negación por la negación retrasa la solución».
En un plano absolutamente opuesto, la AVT pidió al Gobierno que ignore la petición de diálogo del colectivo de presos y que deje claro que no hay nada de que hablar con ellos «exista o no exista ETA». La organización terrorista, consideraron, «no ha variado un ápice su hoja de ruta y vuelve a usar a los presos para forzar al Gobierno a negociar» y remarcaron el hecho de que los nuevos portavoces del EPPK forman parte «del sector más duro» de la banda. El colectivo de víctimas pide al Gobierno todo lo contrario, que cese cualquier política que favorezca la reinserción de los reclusos de ETA porque, a su juicio, sus intenciones «están muy lejos» de la vuelta a la convivencia.
DIARIO VASCO, 14/4/12