El lehendakari llama a la confrontación democrática con Bildu en base a valores

Se reúne con cargos de su Gobierno y no descarta cambiar la LTH para evitar duplicidades y derroches económicos

El lehendakari se reunió ayer con altos cargos de su Gobierno para insuflar ánimos que permitan tanto al Ejecutivo vasco como al PSE-EE volver con fuerzas a partir de septiembre. Patxi López marcó la estrategia, basada en llevar la iniciativa, también en la búsqueda de la paz. El lehendakari defendió así que la «lucha» y la confrontación con Bildu debe ser «política» y basada en el enfrentamiento de «valores democráticos» frente a «los viejos tics totalitarios» que detecta todavía en la izquierda abertzale.

La reunión de Vitoria, que no había sido anunciada previamente, sirvió para hacer un análisis de la situación política y económica de Euskadi, una vez traspasado el ecuador de su mandato y tras la celebración de las elecciones del 22 de mayo, y para fijar los objetivos de la segunda parte de la legislatura.

LAS CINCO PROPUESTAS

Plan de empleo
Lucha contra el paro: «Es la gran prioridad para dar respuesta al principal problema».
Pacificación
Final del terrorismo: «Una propuesta que nos vuelva a situar, como lo estuvimos durante el proceso de paz, en primera línea de la política de pacificación y convivencia».
Modelo de país
LTH: «Un mapa de servicios, infraestructuras, prestaciones y equipamientos que evite duplicidades y derroches, y construya un país sostenible y vertebrado, incluso cambiando la Ley de Territorios Históricos si hace falta».
Regeneración democrática
15M: «Un plan de transparencia y participación que nos acerque no al movimiento del 15M sino al pensamiento progresista».
Política social
Servicios públicos: «Sostener y mejorar el Estado del bienestar a pesar de la crisis».

Sobre Bildu, López dijo que su presencia en las elecciones «no quiere decir que se hayan hecho demócratas de la noche a la mañana», y llamó a combatirles políticamente en una batalla que «vamos a ganar». Una estrategia que sigue combinando la flexibilidad hacia los movimientos de la izquierda abertzale con la firmeza.

El lehendakari también se refirió a ETA, a la que se ha «derrotado» y «ya solo queda que desaparezca. Ya no hay marcha atrás. Ésa es nuestra gran victoria. Hemos puesto límite al totalitarismo y hemos hecho imposible el apoyo político a la violencia terrorista». Y todo ello pese a que el lehendakari reconoció que esta situación ha beneficiado electoralmente a Bildu, «ya que mucha gente les ha votado creyendo que se podía hacer avanzar más rápido el camino hacia la paz», en detrimento de las aspiraciones socialistas.

El líder del PSE tuvo también palabras para el PNV, al que acusó de «irresponsabilidad» por no querer hacer un pacto por la estabilidad y el progreso y actuar de forma «partidista». López recordó que los jeltzales esperaban que a los socialistas les entrara «terror escénico» y votaran a Markel Olano para la Diputación de Gipuzkoa pese a no haber un acuerdo global. «No estamos dispuestos a sacar las castañas del fuego al PNV, si ellos no arriman también el hombro. Y espero que esta vez lo hayan aprendido porque ya no vamos a cambiar», advirtió.

Pero además de la situación política y la pacificación definitiva, el lehendakari expuso los retos de gestión para los dos años que faltan de legislatura. López se ha fijado hasta 2013 objetivos basados en un plan de empleo y un modelo de país «que evite duplicidades y derroches». Para ello no descartó «incluso cambiar la Ley de Territorios Históricos si hace falta». También plantea un plan para la regeneración democrática, en línea con las protestas del 15M, y medidas para sostener el Estado del bienestar. Para lograr todos estos objetivos, el líder socialista llamó a «tomar un nuevo impulso para trabajar con más fuerza los dos años que quedan de legislatura». En este punto, trató de elevar la moral de los suyos, tras los malos resultados obtenidos por su partido en las forales y municipales de mayo. «Vamos a demostrar que el Gobierno socialista sigue siendo necesario para este país», subrayó.

La clave del nuevo curso consistirá en poner las nuevas propuestas encima de la mesa cuanto antes: «A partir de septiembre la iniciativa debe ser nuestra. El debate (los debates) en Euskadi deben girar en torno a nuestras propuestas», sentenció. La primera fecha comprometida para ir aplicando esta agenda la estableció para dentro de quince días con la presentación a los diputados generales de una propuesta sobre fiscalidad «para hacerla más justa, solidaria y equitativa». A la vuelta del verano deben estar en marcha los restantes cinco planes.

DIARIO VASCO, 2/7/11