Daniel Portero, LA RAZÓN, 30/1/12
El pasado viernes, el presidente del Gobierno recibió al lendakari, Patxi López, quien le trasladó las principales inquietudes y prioridades de su Gobierno autonómico. Una de ellas se refería a la situación de los presos vascos repartidos por las cárceles españolas. Sin embargo, la población reclusa vasca no es solamente la que pertenece a ETA y su entorno.
Existen cientos de presos vascos repartidos por la geografía española con delitos comunes de robos, hurtos, estafas, imprudencias y otros delitos por los que se encuentran fuera de su comunidad autónoma cumpliendo condena. Me imagino que, cuando el lendakari López pide el acercamiento de los presos vascos, se refiere a los que cumplen condena por delitos comunes y no por delitos de sangre y asesinos que tanto dolor han provocado. Me gustaría creer que Patxi López prefiere a los presos vascos que robaron fuera de Euskal Herria que a los asesinos o violadores, aunque me parece ser un iluso si me lo quiero creer. A lo mejor López prefiere a los que matan fuera del País Vasco que a los chorizos vascos recluidos, a los que prefiere lejos del País Vasco, para que sigan robando por la geografía nacional cuando terminen de cumplir su condena. Pues mire usted, yo no me opongo al acercamiento de los presos, piratas y mangantes de Euskal Herria a la cárcel nueva de Nanclares de Oca, situada en Álava, y por la que tanto se preocupó Rodríguez Zapatero para que fuera casi un hotel de lujo. Si quiere, se los empaquetamos y regalamos con servicio a domicilio, para que vea usted lo generosos e indulgentes que somos el resto de españoles. Así el señor Rajoy respondería a una de sus prioridades de gobierno, como le pidió usted el viernes en Moncloa. Su otra prioridad, la de legalizar a Batasuna, es mucho más complicada. Usted tiene que consultarla con sus asesores del Comité Internacional de Verificación etarra o también, si quiere, puede reunirse de nuevo con Arnaldo Otegi en la cárcel de Logroño, donde reside habitualmente, y de paso puede preparar la estrategia para las elecciones autonómicas de 2013.
Daniel Portero, LA RAZÓN, 30/1/12