EL CORREO 24/06/14
· Pablo Iglesias condena la violencia de la banda pero recuerda que los gobiernos de González, Aznar y Zapatero negociaron con ella
Ante las acusaciones que se han lanzado hacía él en relación a su supuesta ambigüedad a la hora de condenar la violencia etarra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dejó claro ayer que la banda ha dejado tras de sí un «inmenso dolor» y cientos de víctimas. El eurodiputado sí matizó que tras la existencia de este grupo terrorista existe un problema político que debe ser abordado. «Si tuviera que hablar de ETA en Europa diría que el terrorismo ha producido un enorme dolor en nuestro país, eso es indudable, pero también diría que tiene explicaciones políticas», advirtió durante un desayuno-coloquio organizado por Nueva Economía Fórum en el hotel Ritz de Madrid.
Iglesias valoró que si el conflicto con ETA no tuviera esas bases políticas, no se entendería por qué González, Aznar y Zapatero se sentaron a negociar con ella cuando gobernaron. En cualquier caso, el profesor de Ciencias Políticas insistió en rechazar cualquier tipo de uso de la violencia. «El hecho de que yo hable sobre el cáncer no quiere decir que esté a favor del cáncer», dijo a modo de símil antes de recomendar que para resolver el problema vasco se deben «comprender las claves políticas fundamentales». «Así es como los hombres de Estado –subrayó– han reconocido la clave para superar los problemas políticos y para avanzar hacia soluciones democráticas».
Ante la reclamación soberanista que existe en Cataluña o el País Vasco, el líder de Podemos y recién designado europarlamentario se declaró partidario de permitir la celebración de referendos porque «la democracia es preguntar a la gente y no se debe de tener miedo a hacerlo». «Si los catalanes o los navarros se sienten a gusto con unas relaciones jurídicas diferentes, pues qué le vamos a hacer. Es que la democracia es eso», añadió. En cualquier caso, aseguró que él, como patriota, espera que Cataluña no se independice de España.
Acusación de un espontáneo
El coloquio en el hotel Ritz no estuvo exento de cierta polémica. En un momento del acto uno de los presentes increpó a gritos a Iglesias, al que le acusó de asesorar al Gobierno de Venezuela, que, según las palabras del espontáneo está practicando una fuerte represión sobre los ciudadanos. Esa acusación la pronunció Alberto Casillas, un camarero que ha vivido varios años en el país sudamericano y que se hizo famoso durante la manifestación Rodea el Congreso del 25 de septiembre de 2012 cuando se enfrentó a los antidisturbios que pretendían entrar en el local donde trabaja para detener a varios manifestantes.