Ha muerto Jesús Quintero, a quien Federico ha hecho una hermosa y justa necrológica a las seis. Fue la cumbre de la entrevista. Nunca se ha vuelto a entrevistar así en el periodismo español. Inventó la pausa y el compás, ha escrito con absoluta precisión Raúl del Pozo.
Cuentan los medios que Adriana Lastra será la cabeza de lista del PSOE por Asturias. Cabeza y lista en relación con Adriana Lastra, ¡qué barbaridad!
Mar Díaz: Gracias a la inflación, el precio medio del menú del día en España es de 12,8 euros. Menos en la cafetería del Congreso de los Diputados, donde el desayuno sale a 1,15 €, el menú a 4,5 € y cañas a 1,05 €. Es que ellos están para solucionar los problemas de la gente. Ya puesta, daba algunos datos más: “Meritxell Batet: más de 200.000 euros al año, presidente del Congreso de los Diputados: el año que viene cobreará un 3,5% más porque se ha subido el sueldo. Pero no bajan el IVA de los alimentos, porque ese impuesto es para Sanidad y Educación”.
Es raro el día que no nos encontramos con la tontuna de Antonio Papell. Ayer mismo: Javier Padilla le ha dicho cuatro verdades a Fernando Savater en ‘El País’ que reclaman respuesta. Hartos estamos de intelectuales amargados que actúan como el perro del hortelano”.
Savater escribió este fin de semana que “Si aquí sobrevivimos a ministros y políticos como Pablo Iglesias, Irene Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra, Pablo Echenique… seguro que a Italia no le irá peor con Meloni y Matteo Salvini«.
El tal Padilla ha escrito que “al comparar a la ultraderecha con el Gobierno de Sánchez, uno puede acabar pensando que lo que le preocupa a Savater no es el estado de la democracia española, sino su obsesión con Pedro Sánchez».
Más desasistidos los hay, que conste. Antonio Maestre, colaborador habitual de tres capas de calzoncillos, que ha escrito en ElDiario.es: «Nadie prestaría demasiada atención ya a la deriva reaccionaria grotesca de Fernando Savater», acusando al filósofo de «colaboracionista o connivente con el fascismo».
La ministra de Educación tiene problemas graves con las matemáticas. No estoy hablando de cálculo infinitesimal, sino de una sencilla resta de decimales. Alegría ha acusado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de dar “regalos fiscales a los ricos” a los que la ministra cuantificó «en el 0,2» de los españoles mientras «se perjudica al 98,2%» de ciudadanos. Según las cuentas de Alegría, 100 – 0,2= 98,2 cuando la cuenta correcta da como resultado 99,8. Menos mal que para ser ministra no se exige saber lo básico en matemáticas.
Ministra de Educación. Así se entiende el dato que conocimos ayer, que España dobla a la OCDE en jóvenes con baja cualificación, que el 28% de los jóvenes no termine el bachillerato, ni la FP de Grado Medio. Solo tenemos por detrás a México y Turquía.
No hay motivos para la esperanza: El senador del PP, Alberto Fabra, que fue presidente de la Generalidad Valenciana entre 2011 y 2015 y es miembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido dijo ayer, completamente en serio “todos, todas y todes, por no dejar a nadie el margen”. Y no lo han echado del partido. Así está el tema.
Un tal Joaquín Urías, que es profesor de Derecho Constitucional y ex letrado del TC, celebraba el 5º aniversario del discurso del Rey: “el peor momento, en mi opinión, de Felipe VI. Saltándose su papel constitucional y contra la opinión del Gobierno, hizo un discurso apoyando solo a los catalanes que no votan independentismo..,. cuando la Policía había apalizado a miles de ciudadanos pacíficos”.
En la misma línea, Aitor Esteban dice que el Rey confundió su papel hace 5 años: no habló para toda la ciudadanía catalana, sino para una parte. No entendió que se debía tanto a quienes se sentían españoles como a los que deseaban independizarse. Jorge anotó que “el mejor parlamentario español cree que el Rey tiene que ser tan neutral en Cataluña como era el PNV en el País Vasco: ni con los asesinos ni con las víctimas”.
Hoy también trepa hacia el podio tu ídolo Jorgeja, que intervenía sobre el tema Tamara con esta opinión (o así): “Discursos como el de Tamara Falcó son nocivos en una sociedad que aspira a vivir en libertad. Asusta la manera que tiene de demonizar a quienes no piensan como ella. Tamara Falcó se ha coronado como la más firme representante de la España negra”.