Juan Carlos Girauta-El Debate
  • Pero en el negocio del helicóptero y de la limpieza de sable no aparecen grandes corporaciones a las que haya que inflar una factura. Eso suena más al Koldo del ministerio. Llámame atrevido. Un Óscar de ahí que no sea Puente… Por cierto, ¿cómo sabes que el Koldo al que aludo es García?

«Óscar tiene una cantidad de trapicheos que no es normal», suelta Koldo antes de acordarse de la madre del aludido. Al ministro Puente le parece evidente que ese Óscar es otro. De hecho, considera disparatado que alguien pueda llegar a creer que se trata de una referencia a él, ministro de Transportes, lanzada por la mano derecha de su antecesor (entregado ahora a las acciones judiciales contra Puente). Es raro, porque a ese Óscar que no es Óscar Puente le atribuye Koldo, mano izquierda de Ábalos, una serie de errores iguales a los que antes ya se habían cometido. Tómalo como quieras. Como Óscar, con su anormal cantidad de trapicheos, no es Puente, este es un buen momento para buscar pistas sobre el Óscar al que se refiere la mano de enmedio de Ábalos.

Por ejemplo, si los errores que se le reprochan fueran entrenar mal a sus palomas, sabríamos que Óscar es un colombófilo. Si fueran, qué sé yo, haber ingerido las primeras hamburguesas demasiado despacio en los cinco minutos iniciales, sabríamos que Óscar es alguien que está intentando batir el récord de comer hamburguesas, arrebatándoselo a Molly Schuyler, que se tragó cuarenta en diez minutos. Ese debe ser un mundo cerrado, todos se conocerán. Solo habría que llamar a Molly y preguntarle si ha visto últimamente a Óscar.

Si Óscar merece la crítica de Koldo, mano de detrás de Ábalos, por los arreglos de piano del último tema de Rosalía, buscaríamos a Óscar entre los mejores arreglistas musicales del mundo. No darás con diecisiete óscares, a ver si me entiendes. Y así sucesivamente. Pero es que lo que la mano de abajo de Ábalos reprocha a Óscar, con su «cantidad de trapicheos que no es normal», es el otorgamiento de contratos a dedo, el inflar facturas para financiar comisiones y el otorgar trato de favor a grandes corporaciones. ¡Ya tenemos unos cuantos hilos de los que tirar! El Óscar a quien la mano de arriba de Ábalos menta la madre es un Óscar relacionado con un ámbito del que Koldo es conocedor, puesto que se refiere a errores del tipo que se cometieron antes.

¿De cuantos ámbitos es conocedor Koldo? ¿Es Koldo un hombre del Renacimiento que extiende su erudición a muchos campos? No parece. Koldo es un licenciado en la calle. Más o menos gorila de lupanar, más o menos matón al que se envía a cobrar deudas vencidas, más o menos hombre para todo de un político tramposo. El que se queda a dormir con las actas, el comisionista llano, el que arregla los problemas imprevistos cuando un cliente importante de sus señores pide que le hagan el helicóptero. Pero en el negocio del helicóptero y de la limpieza de sable no aparecen grandes corporaciones a las que haya que inflar una factura. Eso suena más al Koldo del ministerio. Llámame atrevido. Un Óscar de ahí que no sea Puente… Por cierto, ¿cómo sabes que el Koldo al que aludo es García?