El muro de Ondarroa se traslada a Vitoria

Ondarroa ha estado hoy más presente que nunca en el Parlamento. El muro popular que levantaron varios cientos de personas durante cinco días a la espera de la detención de Urtza Alkorta, condenada a cinco años de cárcel por colaboración con ETA y particularmente la participación de tres parlamentarios de EH Bildu en el acto han sido el foco de las críticas de los grupos a lo largo de toda la mañana.
La mayoría de los parlamentarios de la coalición abertzale han respaldado el muro con camisetas y sus portavoces han explicado que pedirán explicaciones a la consejera de Seguridad ante la actitud que la consejera vio “modélica” y EH Bildu ha considerado “deplorable” mientras su portavoz, Julen Arzuaga, mostraba imágenes de jóvenes que eran arrastrados por los agentes. Arzuaga ha explicado que reclamará un vídeo sobre las supuestas torturas que sufrió Alkorta y que, en su opinión, motivaron su autoinculpación. El parlamentario ha pedido al Ejecutivo vasco que se posicione porque existe una contradicción entre «la legalidad y la legitimidad» de las condenas y las detenciones que está practicando la Ertzaintza.
La sentada se ha colado en debates que nada tenían que ver con el tema, con reproches desde la tribuna de los parlamentarios de PP y UPyD mientras discutían sobre los eventuales en Osakidetza. Carmelo Barrio (PP) ha asegurado que a EH Bildu “no le importan las listas de contratación de Osakidetza, les gusta el circo mediático, meter ruido, las pancartas, las camisetas, pero nada más” y Gorka Maneiro (UPyD) ha recibido dos veces los reproches de la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, por ser más explícito y hablar de que “tratar de impedir que se detenga a delincuentes no es un acto pacífico”.
El portavoz socialista, José Antonio Pastor, ha calificado de “muro de la vergüenza” la sentada de Ondarroa, mientras que el portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha censurado que lo que hoy “parece una fórmula válida” para la izquierda abertzale, la de la resistencia pacífica, “¿por qué hace cinco, diez, 15 o 20 años esos mismos dirigentes no tuvieron una posición equivalente de resistencia ante ETA? Hay muchos jóvenes que están en la cárcel, si hubiera habido una resistencia, ETA hubiera corregido la estrategia violenta”.
Borja Sémper ha reclamado a Laura Mintegi que en vez de “amarrarse” al puente de Ondarroa, lo “cruce” y ha advertido de la “involución” que su partido observa en la izquierda abertzale. Sémper ha censurado que Mintegi advirtiera a los agentes de la Ertzaintza de que tenía el teléfono directo de la consejera de Seguridad y ha visto en este gesto un intento de “condicionar y amedrentar a la Ertzaintza”, un comportamiento que ha considerado “inadmisible”.