EL MUNDO – 25/03/16 – SANTIAGO GONZÁLEZ
· El empresario y presidente de la U.D. Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, declaró el pasado lunes ante el Juzgado de Instrucción nº 8 de Las Palmas que mantiene relaciones empresariales con Carlos Sosa, compañero sentimental de la que fuera titular del mismo juzgado, Victoria Rosell, actual diputada de Podemos. En justa compensación, Rosell, que es la ministra de Justicia que Pablo Iglesias tiene preparada para el Gobierno de Pedro Sánchez, mantiene desde hace varios años relaciones con el citado Carlos Sosa, compañero de aventuras empresariales de Ramírez.
Por muchas convicciones liberales que le echemos al asunto, la indeterminación de las relaciones lleva al terreno de la duda. Le pasaba a Woody Allen con una mujer que se le declaraba liberal: «¿En el terreno político o en el sexual?». El novio de la ministrable vendió una emisora de radio a su socio por 300.000 euros, cantidad que supera su precio de mercado.
A pesar de lo que sostienen los enemigos de las ideas liberales, no habría corrupción posible en ninguna transacción que se realizara a su estricto valor de cambio. Faltaría su porqué, su tres per cent. Luego está lo de la juez, que en la causa que instruía contra el socio de su novio, retuvo 22 meses un pendrive con información relevante sobre los presuntos delitos del empresario. La Seguridad Social le reclama 13 millones por las cotizaciones no ingresadas de sus 3.000 trabajadores.
La juez ha sostenido que este caso no guarda relación con el tiempo en que instruía la causa contra el empresario Ramírez. El CGPJ aceptó que el contrato de la radio se firmó el 26 de octubre de 2015, cuando la juez ya había obtenido la baja para pasar a Podemos. Eso es lo que cuestiona Ramírez, al declarar que desde el año 2000 hasta la actualidad mantiene relaciones, –empresariales, quede claro–, con el novio de la diputada.
Para Pedro también es una candidata atractiva. En su oferta inicial, lo único que no acaba de ver es a Pablo como vicepresidente, pero está dispuesto a ofrecer Justicia a Victoria Rosell y Defensa a José Julio Rodríguez, el general al que se le escaparon los piratas en una modesta zodiac. El novio de la ministra, qué buen título para Eloy de la Iglesia.
José Julio ya fue nombrado JEMAD por el PSOE, y Defensa era una cartera de la que él estaba dispuesto a prescindir. Como ministro de Justicia ya tuvieron a Bermejo, contertulio del juez que instruyó la Gürtel y una causa contra Botín, que terminó archivando, después de pedirle «querido Emilio», subvención para unos cursos en Nueva York, firmando «Magistrado-juez de la Audiencia Nacional». Para Hacienda podrían fichar al papá de Messi, otro independiente. O a Rato que tiene una experiencia, si no fuera porque Sánchez, que es un hombre decente, con el PP, ni muerto.
EL MUNDO – 25/03/16 – SANTIAGO GONZÁLEZ