Víctor Lenore-Vozpópuli

  • Numerosos analistas han dado por muerto a Vox en los últimos años, demostrando tener menos calle que un lavavajillas

Vox lleva dos años muriéndose en las tribunas de las grandes cabeceras. Por lo visto, habría cometido errores mortales como prescindir de Iván Espinosa de los Monteros y otros cuadros liberales, decisión de la que nunca se iba a recuperar. También se señalaba que les iba a perjudicar defender sus principios en asuntos como el aborto, el control migratorio o el rechazo a la tecnocracia de la Unión Europea. Se afirmaba con rotundidad que seguirían el mismo camino que UPyD y Ciudadanos, y al final parece mucho más probable que acaben siento el polo de un nuevo bipartidismo, donde el PSOE sea marginal y ellos se disputen el poder con el Partido Popular. A muchos puede sonarles loco, pero ya ocurre con partidos equivalentes en Francia, Inglaterra y Alemania.

La situación recuerda bastante a aquella sesión del Parlamento Europeo, en verano de 2016, en la que Nigel Farage recordaba que los diputados de Bruselas se pasaron años riéndose de él por defender un referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. «No veo a nadie riéndose ahora«, les espetó tras el inesperado  triunfo del Brexit. Hoy las encuestas auguran un arrase de Reform (el Vox inglés) en las próximas elecciones generales. Hablamos de unos resultados históricos que superan a la suma de laboristas y tories, los dos partidos que sostienen el sistema británico desde hace décadas.

Perpetuar sus privileios

La izquierda en general, y el PSOE en particular, viven hace años en caída libre. Las recetas económicas de la socialdemocracia funcionaron entre 1945 y 1989, pero hoy solo sirven para privilegiar a una casta de tecnócratas, sindicatos y oenegés que de lo único que se preocupan es de perpetuar sus propios privilegios. Por eso todo apunta  a un nuevo bipartidismo donde el liberalismo del Partido Popular se dispute el poder con el socialpatriotismo de la formación de Santiago Abascal.

Hoy Feijóo se debate entre demonizar a Vox o apropiarse de sus tesis: como buen gallego, seguramente hará un poco de cada cosa, apostando por la comodidad y reconociendo de manera implícita que ahora mismo es el partido verde quien lleva la iniciativa en la derecha española. La decisión de abandonar los parlamentos autonómicos por los incumplimientos del PP demostró que saben ver más allá de los sillones.

«Antes decían que éramos el pasado y hoy saben que somos el futuro», dijo Viktor Orban sobre los partidos socialpatriotas

Todas las encuestas dan a Vox entre 50 y 60 diputados, una cantidad que puede dispararse por sus posiciones fuertes en conflictos como la crisis migratoria, la defensa unidad de España y la apuesta por terminar con los excesos del gasto público (autonómico, oenegero, sindical, clientelar,  publicitario…).El contexto europeo también les favorece y Abascal se ha labrado un prestigio que llevó a que le escogieran como líder de Patriots, grupo más pujante del parlamento de Bruselas. En la última cumbre de los socialpatriotas europeos, celebrada en Madrid, el presidente húngaro Viktor Orban pronunció una frase clave: «Antes decían que éramos el pasado y hoy todos saben que somos el futuro». Vox ha venido para quedarse y quizá para gobernar a partir de 2030.