DIARIO VASCO, 29/9/11
La comisión, paralela a la creada por Currin, se reunió con partidos, sindicatos y la Iglesia. Los mediadores confían en «una positiva respuesta» de la organización a su labor, que busca el desarme definitivo
Los integrantes del nuevo equipo de trabajo internacional que se ha creado para verificar el alto el fuego de ETA esperan en breve una respuesta «positiva» de la organización armada a su labor. Así lo han trasladado los cinco expertos que lo integran en las reuniones que estos días han mantenido en Euskadi con casi todos los partidos, los cuatro grandes sindicatos, estamentos oficiales de la Iglesia y asociaciones de empresarios.
La Comisión Internacional de Verificación (CIV), nombre oficial de este grupo impulsado por el británico Ray Kendall -miembro hasta ahora del Grupo Internacional de Contacto liderado por Brian Currin-, ejercerá como «mecanismo» de comprobación del alto el fuego decretado el pasado 10 de enero y se encargará de la denominada parte «técnica», es decir, de constatar que efectivamente ETA ha tomado la decisión definitiva de dejar la violencia y está dispuesta a iniciar el desarme. La labor de este equipo, que comenzó a gestarse hace varias semanas pero que ha terminado de conformarse en los últimos días, pretende ser complementaria a la del grupo que encabeza el abogado sudafricano.
Según fuentes de la comisión, los primeros pasos que han dado les llevan a mostrarse convencidos de que ETA puede ofrecer de manera «rápida» una respuesta «positiva» a la labor de verificación que han comenzado a realizar. De cumplirse esta expectativa, supondría una confirmación de lo que los etarras han manifestado en sus últimos comunicados, desde que hace un año expresaron por primera vez su intención de cesar sus «acciones ofensivas». Y reforzaría la tesis de la izquierda abertzale de que el camino hacia el final definitivo de la violencia es «irreversible».
La CIV, cuyo líder Ram Manikkalingam ya visitó hace dos meses Euskadi por primera vez, intentará «contribuir» mediante «una labor seria y rigurosa» a la tarea de constatación de que la tregua de ETA es irreversible, según explica en la nota oficial que hizo pública ayer. Y para ello, asegura que sus cinco miembros -además de otra persona que ejercerá como coordinadora- trabajarán junto a «todos los elementos posibles de la sociedad vasca».
Entre estos ‘elementos’ faltará el reconocimiento del Gobierno Vasco y del central, que como ha ocurrido con el equipo de Currin, respeta y no obstaculiza el trabajo de estas cinco personas pero no lo considera «necesario» -según sus propias palabras- ni se muestra dispuesto a mantener una colaboración con ellos. «No hace falta ninguna verificación, lo que hace falta es que ETA diga que lo deja definitivamente y desaparece», insisten desde el Ejecutivo de Vitoria.
Encuentro con socialistas
En la línea expresada por los gobiernos autónomo y central, los socialistas vascos niegan también que haya existido alguna reunión con este nuevo grupo internacional y afirman que ni siquiera ha habido una petición en ese sentido. Por contra, los miembros de la comisión aseguran que sí se han encontrado «de forma oficial» al menos con un dirigente del PSE, su presidente Jesús Eguiguren. No lo han hecho, al parecer, con el PP, que tampoco otorga legitimidad a estos expertos en mediación y resolución de conflictos armados y procesos de paz.
La experiencia en Irlanda del Norte, Sri Lanka, Sudáfrica o Irak, como se recoge en la trayectoria profesional de los cinco mediadores sí sirve en cambio al PNV para confiar en su aportación. «Estamos esperanzados en su labor», afirman los jeltzales tras la primera reunión formal -después de varios contactos anteriores-, que ayer mismo Iñigo Urkullu mantuvo con ellos en Bilbao. El presidente del EBB cree que los miembros de esta comisión, a los que vio «muy centrados», pueden ser «uno de los impulsores» del proceso hacia la paz.
También EA y la izquierda aber-tzale, que así lo expresó en un comunicado tras su encuentro, creen que la constitución de este equipo «es un paso firme» hacia el final de la violencia y que su trabajo «puede ayudar a consolidar la nueva situación generada».
Pero además de los partidos, el grupo se reunió con los cuatro sindicatos vascos más importantes -ELA, CC OO, LAB y UGT-, alguna asociación de empresarios, y «estamentos oficiales» de la Iglesia vasca, según han confirmado a este periódico fuentes conocedoras de esos encuentros.
Tal y como anuncia la CIV en su nota, estas primeras tomas de contacto se repetirán de forma periódica con estos estamentos sociales, para «intercambiar informes, ideas y proyectos» que permitan «afianzar y profundizar en el alto el fuego», y para que éste «no solo sea permanente» sino que se convierta en «creíble e irreversible, como demanda» la sociedad vasca, recuerdan.
«Queremos que haya garantías por parte de ETA de que acepta la interpretación» que la comisión hace «de lo que es la tregua», explicó ayer Manikkalingam, quien busca evitar que la organización armada ponga alguna «condición» a la continuidad de su alto el fuego.
DIARIO VASCO, 29/9/11