La Constitución de 1978 ya no está en vigor. Sólo se aplica en lo malo y contra España o los ciudadanos. El nuevo régimen postsetentayochista mantiene como el anterior el poder hegemónico del PSOE, pero lo incrementa sin límite. El post ´78 surge de los incentivos del anterior y tiene como primera finalidad en esta fase de segunda transición encubierta reescribir el relato y amnistiar a todos los que saquearon o atentaron contra España para que en el nuevo régimen puedan seguir en el poder, pero con más poder y una impunidad absoluta. Sin ningún incordio puntual de algún conato de justicia, oposición o disidencia.
Desde que se indultó a los golpistas del procés que habían sido condenados de forma suave por el Tribunal Supremo se cruzó una línea desde la que no había vuelta atrás. Si hubo ley de amnistía para los golpistas que se fugaron, ahora toca amnistiar la corrupción de la PSOE. Nuevos tiempos, nuevas leyes, nuevos héroes y nuevas instituciones para el post ´78. La democracia en España ya es como el Tribunal Constitucional, ambos mantienen el nombre formalmente, pero ahora han ampliado sus funciones hasta transformarse de facto en otra cosa.
Magdalena Álvarez, de nombre artístico Maleni. La que siendo ministra de Fomento con Zapatero dijo que iba a colgar de la catenaria a Esperanza Aguirre. La que se fue a Siberia con una corte versallesca de asesores para ver cómo era posible que un aeropuerto funcionase con nieve, después de cerrar Barajas cinco días sin nada parecido a Filomena. Maleni la que firmó con Abertis un contrato para la gestión de la AP-7 por el que la concesionaria sería indemnizada si no se cumplían las expectativas de tráfico, desapareciendo el riesgo para la empresa privada. El Consejo de Estado avisó de los riesgos, pues la brutal crisis económica venidera ya se empezaba a notar. Maleni dijo que la ministra era ella y diez años después el TSJM acordó que el Estado (es decir usted, no la ministra) debía pagar a la concesionaria como indemnización 1.500 millones de euros. No es magia, son tus impuestos. Después de tantos logros en el ministerio la mandaron a ser vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, hasta que llegaron sus problemas con la justicia.
El borrado de los delitos de la clase dirigente delincuencial que gobierna España es fundamental para que la dictadura, a la que seguirán llamando democracia, avance contra nosotros
Porque su mayor hazaña cometida en el constitucionalismo setentayochero la llevó a cabo cuando fue la Consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía desde 1994 al 2004. Ella estaba en la zona cero, en la creación y puesta en funcionamiento del mecanismo presupuestario que permitió la mayor extracción de recursos públicos para desviarlos a redes clientelares del PSOE sin ningún control. Sí, Maleni la de los ERE.
La mano derecha de Manuel Chaves, precursora en el cargo de Jose Antonio Griñán, fue condenada por delito de prevaricación, ya que las leyes presupuestarias que salían de su consejería eran las que contenían ese mecanismo que permitía desviar fondos de los parados a la compra de votos y voluntades en Andalucía, que mantuvieron en el poder al PSOE 20 años más. ¿Cómo es posible que alguien creyese que el régimen iba a permitir que alguien que había prestado sus mejores servicios a la causa quedase su nombre manchado? Pedirán que Maleni sea condecorada por tanto, pero para ello necesita su propia amnistía que abra la puerta a otros que ocuparon su mismo lugar.
En el régimen del ´78, el Tribunal Constitucional era el verdadero órgano constituyente legislador. No importaba lo que recogiese la Constitución siempre que la mayoría del tribunal político tuviese otra voluntad. Así el nuevo régimen en la fase de transición, amnistía y nuevos héroes ha dado un paso más allá. Ahora el TC no debe limitarse únicamente a decidir y legislar sobre lo que es constitucional o no, sino que además puede hacer un borrado de las condenas penales de los que lo hayan nombrado. Ahora el Tribunal Constitucional postsetentayochista puede legislar contra la Constitución, reinterpretar los tipos penales, hacer una reevaluación de la prueba condenatoria, anular lo que haya condenado el Tribunal Supremo y además regañarle por su actuación.
El borrado de los delitos de la clase dirigente delincuencial que gobierna España es fundamental para que la dictadura, a la que seguirán llamando democracia, avance contra nosotros. Por eso el pacto entre el PP y el PSOE para renovar el CGPJ con vocales paritarios es un terrible error del PP y una traición imperdonable a los españoles, que intentamos no acabar en una dictadura a la que llamen democracia. Ese acuerdo de renovación, aunque parezca bueno, sólo da cancha al del baloncesto político. Un acuerdo entre el PP y el PSOE que da legitimidad a este Gobierno, su discurso de lawfare y a Sánchez ante Europa. Ese acuerdo traidor viene a decir que en España no pasa nada.
Maleni, Junqueras y Puigdemont son los héroes a ensalzar del nuevo régimen. Querrán ser resarcidos, que les pidamos perdón. Las víctimas de la justicia, del lawfare, serán el equivalente a las víctimas del franquismo en el nuevo régimen. Es el movimiento que legitimará esta dictadura tercermundista donde los poderosos corruptos delincuentes son impunes.