ABC 03/05/17
ANTONIO BURGOS
· La Moción de Censura es la Ficción de Censura o la Micción de Censura, y fuera del tiesto
POR falta de uno, dos circos, dos, hay en la Feria de Sevilla. El Gran Circo Mundial, cuyo promotor, si mal no recuerdo, mereció una justa Medalla de las Bellas Artes, y el Gran Circo Alaska, con Fofito, es decir, con la memoria de los payasos de la tele de media España. Grandes atracciones anuncian esos circos, desde el hipopótamo gigante a un animal que trae el Circo Mundial y que más representativo de muchas cosas de nuestra nación no puede ser: el «ligre», mitad león, mitad tigre, como aquello de «mitad monje, mitad soldado», pero puesto al día; pues lo que ahora es políticamente correcto es mitad pene y mitad vulva, por ejemplo; o mitad liberal y mitad gilipollas, como resultan muchos del Gobierno; o mitad comunista y mitad disfrutón de una vidorra de marqués, dueño de veinte pisos.
Me extraña, empero, que ninguno de los dos circos de la Feria de Sevilla traigan la atracción más de moda: el número de la cabra que a cada momento montan los artistas de Podemos: ¡artistas, que sois unos artistas! El número de la cabra lo hacen cotidianamente los de Podemos tanto en el Congreso de los Diputados como en sus pasillos; lo mismo en los plenos de los ayuntamientos que en los parlamentos de la Señorita Pepis de las autonomías. Que se sepa, nunca han propuesto ni mucho menos se ha aprobado, una sola medida para atajar lo que quita al sueño a los españoles, como el paro, la falta de perspectiva laboral para los chavales que salen de la Universidad, la delincuencia mayor o menor que va en aumento, los impuestos que a partir de junio o julio hacen a los que trabajan esclavos económicos del Estado, que se lleva su sueldo: por llevarse, hasta se lleva Montoro un buen pellizco de cada premio medio gordo de la Lotería.
Podemos ha hecho memorables números de la cabra, como cuando Iglesias se preconizó vicepresidente del Gobierno, que es como si yo me pido ser arzobispo de Oviedo? Otro número de la cabra importante fue la sesión circense que ellos mismos llamaron «Vista Alegre Dos», que tiene nombre de cárcel grande y capaz de alojar a familias enteras, por numerosas que sean, como los Pujol. Bajo la carpa del «Vista Alegre Dos» montó Podemos el número de la cabra de apartar del poder al Niño de la Beca y castigarlo en el Congreso, mandándolo a las bancas de atrás, como los malos alumnos que no se saben la lección: la rentable lección del «sí, buana». Ha habido otros números de la cabra muy divertidos en la capital de España, como el referéndum para peatonalizar la Gran Vía o querer convertir el Arco de la Victoria de la entrada a la Universitaria en no sé qué de esto que se lleva ahora tanto de la mal llamada Memoria Histórica. Que es, a su vez, otro número de la cabra, según el cual la guerra que ganaron los nacionales resulta que la perdieron y que el Día de la Victoria lo siguen celebrando los rojos: el Día de la Victoria Kent, naturalmente.
Pero entre todos los números de la cabra que lleva montados Podemos, como querer quitar las azafatas vistosonas en el Gran Premio de Jerez y en la Vuelta Ciclista a España y cosas así de inútiles y prescindibles, el mejor de todos es el de la Moción de Censura a Rajoy. Un amigo dice que es tal numero de la cabra, que la Moción de Censura a Rajoy es la Ficción de Censura o la Micción de Censura, y fuera del tiesto. «Echar al PP» fue el numero de la cabra que montaron tras las municipales y el PSOE tragó, apoyando a alcaldes podemitas con tal de que no gobernaran los más votados, que eran del PP. Entre ellos, Cádiz. Por eso hay tanto levante en Cádiz. La leyenda dice que cuando llega el circo a Cádiz, viene también el levante. Desde que llegó Kichi a Cádiz con su circo y sus números de la cabra, ya ven qué levantera este verano y hasta ahora en primavera.