Homenaje a Eduardo Puelles, asesinado por ETA hace dos años. La familia denuncia que con la presencia de Bildu se está perdiendo la batalla por la deslegitimación de ETA
Han pasado dos años desde que Eduardo Puelles muriera en un aparcamiento de Arrigorrigorriaga, en Vizcaya, tras explotar su coche por una bomba colocada por ETA. Ayer, en el aniversario de la muerte de este inspector de policía casado y con dos hijos, y en un escenario político distinto al de entonces, sus familiares quisieron recordarle en un homenaje en el mismo lugar donde falleció. Su hermano, Josu Puelles, aprovechó la ocasión para dar su punto de vista acerca de la entrada de Bildu en la escena política y sentenciar que su legalización «nos acerca a una paz negativa, amnésica, basada en la ocultación y el olvido».
Puelles dijo estas palabras durante el acto de homenaje al que también asistieron el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares; la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga; la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, así como los representantes del PSE-EE y el PP, encabezados por José Antonio Pastor y Antonio Basagoiti, respectivamente.
«Se está perdiendo la batalla por la deslegitimación del terrorismo», añadió Puelles, quien auguró que «en breve asistiremos al enaltecimiento de los asesinos en los ayuntamientos donde gobierna el brazo político de ETA. Ahora no vale llamarse a engaño porque sabíamos quiénes eran», añadió. Asimismo, mantuvo que la legalización tampoco servirá para acelerar la desaparición de la organización terrorista. Por el contrario, «se está permitiendo que los primeros renglones del relato por contar lo estén escribiendo los victimarios».
Puelles, que fue implacable en sus aseveraciones, denunció que «la democracia es hoy más débil que hace diez años» y agregó que, aunque los «pusilánimes se conformen con que los terroristas hayan dejado de matar, se cumple la máxima de que el mejor terrorismo es aquel al que no le hace falta pegar un tiro porque consigue sus objetivos sin hacerlo». En esta línea, apuntó que ETA ya no tiene motivos para desaparecer, sino que es posible que prefieran «justificar su comportamiento».
EL CORREO, 20/6/11