El Parlamento catalán dedicó el año pasado 15,8 millones de euros a subvenciones a los grupos de la Cámara. Es una cantidad muy superior no sólo a la que reservan otros parlamentos autonómicos en sus presupuestos, sino a la que aparece en las Cortes.
Atendiendo al tamaño de cada Cámara, el Parlamento catalán gasta más de 117.000 euros por cada diputado. Una cifra más de cuatro veces superior a la del Congreso (26.600 euros por diputado) y a la del Senado (25.600 euros por cada parlamentario). O dicho de otra manera: el Parlament paga a los partidos lo mismo que el Congreso y el Senado juntos, pese a que el primero tiene 135 escaños y los otros dos suman 616.
Las cantidades que cada cámara reparte entre los partidos que la integran están sujetas a la discrecionalidad de cada parlamento. Y si la diferencia es grande en la comparación de Cataluña con el ámbito nacional, algo parecido ocurre a nivel autonómico. No todos los parlamentos regionales son igual de generosos. Por detrás del catalán se sitúa la Cámara andaluza con una cantidad alta (10,6 millones), pero la tercera ya es la madrileña con sólo 4,2 millones. El resto destina al pago a sus grupos parlamentarios menos de cuatro millones de euros anuales, una cuarta parte que el Parlamento catalán.
Estos datos aparecen recogidos en un informe de Convivencia Cívica Catalana, una coordinadora de entidades cívicas y ciudadanos que busca promover el respeto a los derechos y libertades fundamentales de las personas, fomentar las virtudes cívicas y fortalecer los valores democráticos. Su estudio ha empleado como fuente de información los presupuestos de ingresos y gastos de las propias asambleas autonómicas y de las Cortes.
Los números generales también sitúan al Parlament en lo más alto del podio, con un presupuesto de 51,9 millones de euros en 2016, muy por encima de cualquier otra cámara autonómica. En el ratio de dinero gastado por diputado, los parlamentos del País Vasco, Cataluña y Andalucía superan, por este orden, al conjunto de las Cortes. Todos los demás están por debajo.
Sobre los elevados pagos a los grupos en Cataluña a través de subvenciones, «podría considerarse que tras estas cifras tan generosas de transferencias de la Cámara catalana, muy superiores a las del resto de parlamentos autonómicos e incluso de las cámaras parlamentarias nacionales, existe una financiación encubierta de los partidos políticos catalanes y, en particular, de los nacionalistas, aquellos que gracias a una Ley Electoral beneficiosa para sus intereses son mayoritarios desde el inicio de la democracia en la Cámara autonómica», según denuncia Jesús Sanz en su informe para Convivencia Cívica Catalana.
En el marco de ese reparto de subvenciones, Junts pel Sí recabó en 2016 una cantidad de más de 7 millones de euros. Le siguen a continuación Ciudadanos (2,9 millones), el PSC (1,9 millones), Catalunya Sí Que es Pot (1,3 millones), el Partido Popular (1,3 millones) y, por último, la CUP, con 1,2 millones. La asignación a Junts pel Sí es, por ejemplo, más elevada que la que reciben todos los grupos de la Asamblea de Madrid conjuntamente.
Más aún, los 62 diputados de Junts pel Sí reciben para sus actividades en una Cámara autonómica una cantidad más elevada que los 285 diputados de PP, PSOE y Podemos juntos para sus actividades en el Congreso: 7 millones frente a 6,5. El informe desliza en sus conclusiones que estas «cantidades tan desmesuradas que reparte la Cámara autonómica catalana parecen indicar que no se destinan sólo a actividades parlamentarias, sino directamente a financiar a los partidos políticos para otro tipo de actividades». Las subvenciones de dinero público son el principal pulmón financiero de todos los partidos.
DATOS DESTACADOS DEL INFORME
Los que más subvenciones dan. El Parlamento catalán es el que más dedica, 15,8 millones, para una Cámara de 135 diputados. Le siguen Andalucía (10,6 millones para 109 escaños) y Madrid (4,2 millones para 75 escaños). El Congreso se gasta una cuarta parte de la cantidad catalana: 9,3 millones para 350 escaños.
Los que menos. A la cola en subvenciones aparece el Parlamento vasco, con 29.000 euros por escaño, y eso a pesar de que tiene el tercer presupuesto global más alto, lo que significa que dedica el dinero a otras cosas y no en pagar a los partidos. Le siguen en austeridad en subvenciones los parlamentos de Murcia y Baleares.
El Parlamento más modesto. Es el de La Rioja, tanto por su presupuesto general (apenas 5 millones) como por su relación con el tamaño de la cámara.
Los partidos catalanes. D enuncia Convivencia Cívica que los más beneficiados por las subvenciones en Cataluña son los nacionalistas: 7 millones para Junts pel Sí.