ABC 10/11/16
· La Mesa de la Cámara rechaza el recurso interpuesto por el PP por unanimidad
Prometer acatar los límites establecidos en la Constitución, la norma fundamental aprobada por el conjunto de la ciudadanía española, ya no será necesario en el Parlamento vasco. La Mesa directiva de la Cámara pasó ayer por alto el reglamento y desestimó por unanimidad el recurso del PP para que los responsables de las fuerzas políticas estuviesen obligados a jurar lealtad a la Ley al tomar posesión de sus respectivos cargos.
Los integrantes del órgano directivo acordaron que el escrito del PP remite a «una cuestión estrictamente parlamentaria con la que no procede interposición de un recurso de naturaleza administrativa». Además, añadieron que la sesión del pasado 21 de octubre, el día que surgió la polémica, «fue un acto único e irreversible» que se desarrolló «conforme a los dispuesto en el reglamento de la Cámara».
Por último, señalaron que, al tomar posesión de sus escaños, «todos los parlamentarios y parlamentarias sin excepción disponen en plenitud de todas sus prerrogativas y facultades».
La decisión de la Mesa, formada por responsables de PNV, EH Bildu, PSE y Podemos, hizo de esta forma caso omiso del artículo 108.8 de la Ley de Régimen Electoral General (Loreg) a la que se refirieron los populares en su alegato, que recoge que en el momento de tomar posesión y para adquirir la plena condición de sus cargos, «los candidatos electos deben jurar o prometer acatamiento a la Carta Magna, así como cumplimentar los demás requisitos previstos en las leyes o reglamentos respectivos».
Una práctica al alza
El motivo de la disputa entre el PP y el resto de la Cámara se originó el pasado 21 de octubre, cuando los nuevos parlamentarios debían de jurar lealtad a la Constitución para ocupar sus respectivos escaños e iniciar así la XI legislatura. Un mero trámite que la plana mayor de las fuerzas políticas convirtió en polémica al negarse a cumplir con el reglamento.
Borja Sémper, portavoz de los populares en el Parlamento, fue el encargado de anunciar la propuesta, que fue acogida entre risas por los dirigentes de EH Bildu y rechazada por mayoría por los miembros de la Mesa de Edad.
Un espectáculo similar se vivió tras las elecciones generales del 20-D, cuando se puso de moda entre los responsables de varias fuerzas políticas añadir «coletillas» a sus juramentos a la Constitución. Así, hubo diputados que abogaron por «cambiar» la Ley fundamental, mientras que otros, como el portavoz de los nacionalistas, Aitor Esteban, admitió acatarla «por imperativo legal».