- La Ertzaintza ha sido el primer cuerpo de policía español que ha decidido publicar los datos de delincuencia en el País Vasco acompañándolos del origen étnico de los delincuentes.
Ertzaintza es la denominación que en eusquera recibe el actual cuerpo de policía autónoma vasca.
Se trata de una de las joyas de la corona de la autonomía vasca. En ella, el PNV ha querido imprimir su sello original. Es como si la considerara suya.
El PNV tiene esa tendencia a considerar como cosa propia todo lo que tiene que ver con la autonomía vasca. Así lo ha demostrado con la apropiación del palacete de París, que fue la sede del primer Gobierno Vasco en el exterior.
La Ertzaintza fue creada durante los nueve meses en los que Vizcaya estuvo bajo el acoso de las tropas sublevadas en la Guerra Civil y se puso bajo las órdenes del consejero de seguridad del primer Gobierno Vasco, Telesforo Monzón, el mismo que luego se convirtió, en la Transición, en una especie de patriarca histórico de Herri Batasuna, el brazo civil de ETA.
Cuando surgió la Ertzaintza, su nombre original fue “Ertzaña”. Nombre inventado, como fue lo usual en todo lo relacionado con el nacionalismo.
Pero en este caso no por Sabino Arana, sino por uno de sus más apasionados seguidores, Esteban Urkiaga, alias ‘Lauaxeta’, un poeta vasco que fue gudari en la Guerra Civil, a quien el actual presidente del PNV, Aitor Esteban, considera su referente como auténtico gudari, en lugar de a los terroristas de ETA que también se llaman, a sí mismos, gudaris.
Ertzaña era una forma compuesta y apocopada de dos términos: Erri o herri (pueblo en eusquera) y zaindu, que es cuidar. Algo así como los cuidadores del pueblo vasco.
Luego, la letra Ñ desapareció del nombre y se le añadió el sufijo colectivo -tza, dando lugar al nombre actual, Ertzaintza, mientras que cada policía autonómico vasco individualmente considerado se llama ertzaina.
El caso es que la Ertzaintza ha resultado ser el primer cuerpo de policía de toda España que ha decidido publicar los datos de delincuencia en el País Vasco acompañándolos del origen étnico de los delincuentes.
La estadística, consultable desde hace unos días en su página web, se compone de una serie de columnas.
Primero está la titulada Motivos, en la que aparecen los diferentes tipos de delitos que se consideran.
Pero las columnas más llamativas son las relacionadas con el origen de los infractores, que se pueden agrupar en dos secciones.
La primera reúne a los delincuentes nacidos en la Comunidad Autónoma de Euskadi más los nacidos en las otras comunidades autónomas.
No la denominan España ni Estado español, pero no hace falta ya que, al denominar al resto como Extranjero (y como lo que no es extranjero, según el diccionario de la RAE, es el propio país), se infiere perfectamente que para la Ertzaintza, en esta estadística, el propio país es España.
La columna Extranjero se descompone por su lado en las de Europa (subdividida entre la Unión Europea y el resto), África (con el Magreb por un lado y el resto por otro), América (dividida entre latinoamericanos por un lado y Estados Unidos más Canadá por otro) y Asia, Oceanía, Extranjeros sin especificar y Desconocidos.
Si vamos a los totales, vemos que, siendo la población de origen extranjero en el País Vasco de un 15%, en cifras redondas, comete bastante más delitos que el resto de la población vasca, formada por nacidos tanto en el País Vasco como en el resto de España.
En el único tipo de delito que los vascos españoles superan a los extranjeros es en el tráfico de drogas.
En lo demás, y con diferencias muy llamativas en cuanto a, por ejemplo, homicidios, delitos de tipo sexual y robos con violencia, son bastantes más los delincuentes extranjeros que los españoles.
Una estadística como esta demuestra una contradicción entre la necesidad reconocida por el Gobierno vasco de mano de obra extranjera y lo que parece ser una prevención evidente contra los efectos que está provocando esa entrada.
Porque publicando algo así, más que fomentar la transparencia para evitar los bulos, que es el argumento con el que se defiende el Gobierno Vasco, lo que ocurre es todo lo contrario. Que se reafirma la percepción general de que son los inmigrantes los que traen el repunte de la delincuencia que estamos viendo en estos últimos tiempos.
Quienes han criticado esta estadística la han comparado con ciertas actitudes del nacionalismo vasco, desde el origen mismo de su ideología.
Son famosas las citas de Sabino Arana resaltando el hecho de que la mayor parte de los delitos en el País Vasco de aquella época eran cometidos por inmigrantes de otras partes de España, lo que le servía al fundador del nacionalismo para apuntalar su supremacismo antiespañol.
Pero esa comparación no tiene sentido ahora, ya que lo de Sabino Arana era contra compatriotas, y aquí el foco está en los extranjeros.
Y es que el nacionalismo vasco actual está gobernado por personas con raíces en la España profunda (Pradales, de Burgos; Esteban, de Soria), lo que desactiva por completo una discriminación entre vascos por nacer en el País Vasco o en el resto de España..
La estadística de la Ertzaintza, en cambio, comete, a mi juicio, dos errores mayúsculos al querer destacar a los colectivos extranjeros que delinquen en el País Vasco, singularmente a magrebíes y latinoamericanos.
Uno, porque, a partir de ahora, si un solo extranjero inocente fuera, tan sólo por su origen étnico, tratado como un delincuente, ya habría provocado una injusticia insoportable.
Pero más llamativo aún resulta el segundo gran error, tratándose de la Ertzaintza, institución creada a imagen y semejanza del PNV.
Y es el error de que, con esta estadística, la Ertzaintza y con ella el Gobierno vasco están negando nada más ni nada menos que el principal pilar político del nacionalismo vasco. Es decir, la existencia misma de Euskal Herria, con parte en España y parte en Francia. Ya que, al llamar Extranjeros al resto de europeos no españoles, está tratando también como extranjeros a los vascos del otro lado del Bidasoa, es decir, a los vascos de Francia, los de Iparralde, incluidos siempre en el mapa del tiempo y en las noticias de la televisión pública vasca como la parte norte de Euskal Herria.
Así que esta estadística del origen de los delincuentes en el País Vasco se convierte, de rebote, en un artefacto perfectamente patriótico. Pero por español.
*** Pedro Chacón es profesor de Historia del pensamiento político en la UPV/EHU.