EL PAÍS 13/12/16
ENTREVISTA GILLES KEPEL, experto en terrorismo yihadista
Los que ya hace 15 años husmeaban entre libros sobre terrorismo islamista, tiraron de un tocho titulado La yihad para digerir lo que pasaba ese 11 de septiembre en EE UU. El autor de aquel ensayo es Gilles Kepel (París, 1955), experto en mayúsculas en islam y yihadismo. Para el profesor es un pedazo de la “prehistoria”. Para otros es una suerte de manual que aún sirve para entender qué fue Al Qaeda; qué es hoy el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés). Kepel publica ahora El terror entre nosotros (Ediciones península), un libro en el que viaja desde los disturbios en la periferia parisiense de 2005 hasta los atentados de Bataclan y Niza. Siguiente frente: los retornados de la yihad —París calcula que unos 700 franceses o residentes en Francia se encuentran aún entre Siria e Irak—. Y es aquí donde el veterano analista advierte de que meterlos entre rejas no funciona. “La prisión”, dice, “es la nueva mezquita de reclutamiento”.
Pregunta. ¿Qué ha aprendido tras los atentados del 13-N?
Respuesta. La capacidad yihadista de la tercera generación, cuya ideología se estructura en torno al sirio-español Mustafá Setmarian, de entrar con profundidad en la sociedad occidental. Setmarian publicó en enero de 2005 su libro Llamada a la resistencia islámica mundial, en el que menciona como los atentados del 11 de marzo de 2004 en España desempeñan una función preparatoria; reflexiona sobre ellos para proponer su modelo: el yihadismo de tercera generación. Y no pasa nada si hay quien cree que Setmarian no es importante porque vivimos en el mundo de las redes sociales. No hay joven que se haya leído su libro [1.600 páginas], pero está extendido por Internet, a través incluso de tuits. Es su ideología la que ha cambiado todo.
P. ¿Sirve también para entender el auge del ISIS en Europa?
R. Sí, aunque los jóvenes iraquíes del ISIS hayan criticado en su revista Dabiq a Setmarian, que es sirio. Hay otro texto de referencia, La gestión de la brutalidad [del ideólogo del yihadismo Abu Baker Naji] que construye la perspectiva de una guerra civil en Europa. La fase actual sería la de escaramuzas, provocación. La segunda sería la de guerra en los enclaves islámicos hasta cerrarlos a la presencia policial, y la tercera sería la de guerra total, que destruiría Europa y daría lugar al califato.
P. Para eso es necesaria la descentralización del ISIS.
R. Exacto, sería el yihadismo desde abajo. Con la posible caída de Mosul o Raqa, el principal peligro es la difusión del ISIS, su metástasis en Europa. Pero eso no quiere decir que se mantengan igual de fuerte. Primero porque hemos visto en 2016 como ataques en Francia eran coordinados desde el califato por, por ejemplo, Rachid Kassim, a través de Telegram. Hoy, eso es más difícil con los bombardeos. Además, la correspondencia de Kassim ha sido seguida por los servicios de inteligencia occidentales, y todos con los que habló han sido detenidos. En segundo lugar, el Estado Islámico, el mito de Sham [región histórico-cultural que incluiría Siria, Jordania, Líbano, Israel y Palestina] se ha convertido en una utopía, un lugar concreto hacia el que ir. Si eso es destruido, lo tendrán más difícil.
P. ¿Podemos poner hoy el sello del ISIS a cualquier atentado?
R. Si hiciéramos eso, con bombardear Raqa acabaríamos con ello. Y en absoluto es así. El ISIS es el primer producto de la revolución cultural de Setmarian. Es la tercera generación. Si se logra recuperar Raqa, que es difícil porque el ISIS es aún incluso capaz de retomar Palmira, sufrirán una pérdida de dinamismo, por supuesto, porque el sistema de comunicación se ha organizado desde Siria. Perderán la utopía, el Sham. Y esto es muy importante, porque según las escrituras apocalípticas islámicas será desde aquí desde donde el islam conquistará el mundo. Si la utopía desaparece será un golpe psicológico, pero la lógica de los atentados en Europa va a continuar.