Editada una nueva versión resumida y actualizada de la historia del PNV, de los profesores Santiago de Pablo y Ludger Mees. Al presentarla, José Luis de la Granja destacó que la obra representaba «una investigación histórica a fondo sobre las etapas más desconocidas hasta ahora en la historia del PNV, como las dictaduras de Primo de Ribera y de Franco».
Los profesores de la UPV Santiago de Pablo y Ludger Mees han reeditado El péndulo patriótico, la primera historia íntegra del PNV que abarca desde la fundación de este partido, en 1895, hasta el año 2005. El catedrático de Historia José Luis de la Granja destacó ayer en la presentación del libro que se trata de la «historia más completa» del PNV hecha con criterios académicos y metodología científica.
De Pablo, Mees y el también profesor José Antonio Rodríguez Ranz fueron los autores de la obra del mismo título que salió en dos volúmenes, el primero en 1999 y el segundo en 2001. Los dos primeros han reelaborado ahora los dos libros, reescribiéndolos y haciéndoles, además, más accesibles para el gran público al eliminar las abundantes notas críticas que acompañaban a las ediciones originales. Además, han ampliado el periodo estudiado hasta el momento actual, incluyendo un capítulo nuevo que abarca desde 1979, año en el que terminaba el segundo tomo, hasta 2005.
La nueva obra fue presentada ayer en la sede de la BBK-UPV del Casco Viejo de Bilbao, en un acto al que asistieron el rector de la Universidad del País Vasco, Juan Ignacio Pérez, su antecesor en el cargo, Manu Montero, la dirigente del PNV Josune Ariztondo y numerosos compañeros de los autores en la Universidad.
José Luis de la Granja, al presentar la nueva obra, destacó que pocos historiadores son capaces de abordar, como De Pablo y Mees, un periodo tan largo de tiempo aunando una narración de calidad con la erudición. El catedrático puso de relieve que la obra representaba «una investigación histórica a fondo sobre las etapas más desconocidas hasta ahora (de la historia del PNV), como las dictaduras de Primo de Ribera y de Franco». Destacó también la aportación que hacen los autores para esclarecer «tres décadas oscuras», las que transcurren desde 1947 hasta la legalización del PNV en 1977.
Los últimos 25 años
En referencia al nuevo capítulo, que abarca los últimos 25 años de la historia del PNV, indicó que es «el más extenso y el más difícil de escribir» porque los autores no han podido contar con fuentes documentales internas ya que este periodo no está todavía en el Archivo del Nacionalismo de Artea.
Santiago de Pablo coincidió en destacar esta dificultad a la hora de hacer ese capítulo que han tenido que basar en fuentes de prensa, en conversaciones con algunos protagonistas de la historia y en documentos inéditos que han logrado reunir. «No es un libro oportunista, sino oportuno que, resumiendo la historia, contribuya a explicar la situación política vasca actual», señaló.
El otro autor, Ludger Mees, se refirió a la historia del PNV indicando que este partido nació como expresión de un problema político no resuelto «que tenía que ver con el choque de sentimientos identitarios y de soberanía». Destacó también que la política del «péndulo patriótico» le ha permitido a este partido corregir estrategias maximalistas mediante la aplicación de políticas pragmáticas que han sido la base de poder del PNV.
Mees, a modo de balance, señaló que el PNV ha tenido a lo largo de su trayectoria aciertos y errores y entre estos últimos mencionó el concepto de la nación etnicista de su fundador, Sabino Arana, la alianza con el tradicio-nalismo en 1931, la estrategia hegemonista aplicada a partir de 1939, la tardanza en adoptar una postura de rechazo firme frente al terrorismo, el pacto «excluyente» de Lizarra y la gestión del plan Ibarretxe. Al mismo tiempo, el historiador resaltó la capacidad de los dirigentes del PNV de aprender de los errores e introducir correcciones.
«Hoy en día, nadie en la dirección del PNV defiende el etnicismo de Sabino Arana -añadió el profesor-. La estrategia hegemonista de 1939 dio paso a una política de cooperación que permitió participar en el Gobierno republicano en el exilio; el terrorismo es rechazado sin tapujos y el plan Ibarretxe no se presenta ya como un proyecto institucional, sino como un proyecto de partido a debatir con otros proyectos similares».
EL DIARIO VASCO, 4/11/2005