La designación de Martín Garitano como nuevo diputado general de Guipúzcoa no se puede interpretar como el reconocimiento a toda una trayectoria en política. Al menos, en primera línea.
Quien se ha convertido en la máxima representación oficial de Bildu es un recién llegado a las instituciones, aunque ha estado siempre vinculado al entorno de la izquierda abertzale. También como periodista, su verdadera profesión. Quizá la que ha contribuido a convertirle en líder mediático y portavoz de la coalición soberanista.
Garitano comenzó su andadura profesional en las ondas, como locutor de Loiola Irratia, aunque pronto dio el salto a la prensa escrita, donde obtuvo sus mayores logros. Fue redactor jefe de Egin, el diario clausurado en 1998 por vinculación con ETA. Tras el cierre, asumió la dirección de Euskadi Información, el rotativo heredero. Más tarde fue también subdirector de Gara, la cabecera abertzale en castellano que permanece en los quioscos y con la que sigue colaborando como columnista. Además, participa en la emisora de radio Info7, del mismo espectro ideológico.
Casado y con un hijo de siete años, a Garitano le toca asumir la mayor responsabilidad política de la izquierda abertzale, que nunca hasta ahora había gobernado una Diputación, ya que su poder se había limitado a los Ayuntamientos. Un cargo para el que, sin embargo, se ha postulado en los últimos meses. El ahora diputado general ha ejercido durante toda la campaña electoral como la voz más autorizada de Bildu, consciente quizá de las opciones que realmente tenía de acceder al cargo. No solo por su convicción en la apuesta soberanista, sino también por su conocimiento de los medios de comunicación y su contrastada dialéctica. Motivos que ayudaron en su designación para el más alto puesto al que aspiraba la coalición.
Sus manifestaciones han marcado el guión de Bildu y viceversa. En sus declaraciones públicas ha insistido en la necesaria apuesta por las vías democráticas, aunque sin desmarcarse del discurso abanderado años atrás por la ilegalizada Batasuna. En la entrevista que concedió a EL PAÍS durante la campaña electoral, ratificó su anhelo de «un futuro sin necesidad de escoltas» y su pretensión de que «se pueda votar» la autodeterminación, no de imponerla. También rechazó que Bildu forme parte de una estrategia de ETA, una consideración que tachó de «infantil», y avanzó que en caso de resultar elegido diputado general replantearía muchos de los proyectos estratégicos de Guipúzcoa, como el puerto exterior de Pasajes o la ampliación del aeropuerto de Hondarribia.
Nacido en la localidad guipuzcoana de Bergara en 1963, Garitano reside en la actualidad en San Sebastián. Más allá de la política y el periodismo, se declara un buen cocinero. Sus amigos aseguran que se le da especialmente bien preparar la menestra de verduras, aunque él reconoce que su plato preferido son las espinacas con bechamel. Le gusta alternar por los bares de la capital guipuzcoana y acudir a la sociedad gastronómica de la que es socio en el barrio de Antiguo. También se considera un lector compulsivo. Estudia trompeta y es admirador de Louis Armstrong. En cambio, huye de las redes sociales como Facebook o Twitter.
EL PAÍS, 24/6/2011