ABC 26/06/17
· En el objetivo colaboran los ayuntamientos gobernados por el mismo cuatripartito
· Declaración «Soy una presidenta abertzale en una región no abertzale», dijo al asumir el cargo
«Soy consciente de ser una presidenta abertzale en una región no abertzale». Con estas palabras, la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, inició su mandato el 22 de julio de 2015. Y siguiendo el aforismo de Mahoma y la montaña, si la presidenta no se deseuskalduniza, será la región quien se euskaldunice. Con ayuda del cuatripartito que le sustenta en el poder, –Geroa Bai, Bildu, Podemos e Izquierda Ezkerra–, elaboró una hoja de ruta para extender el abertzalismo en Navarra y así cumplir el sueño de todo nacionalista, que la Comunidad Foral se convierta en la cuarta provincia vasca.
El proceso es de manual:
Paso 1:
Normalizar el euskera
Uno de las primeras decisiones que tomó el Ejecutivo navarro fue autorizar la emisión en Navarra de la televisión pública vasca Euskal Telebista (ETB), en octubre de 2015. El Ministerio de Industria le obligó a suspender la emisión en mayo de 2016 por carecer de permiso para instalar los repetidores. Pero apenas pasaron unos meses hasta que Vaughan renunció al canal autonómico que tenía y el Gobierno foral autorizó nuevamente la emisión a través de esa vía a finales de septiembre de 2016.
En noviembre de 2016 el Gobierno aprobó la sustitución de todas las señalizaciones de entrada por carretera a la Comunidad foral por otras que incluyeran tanto el euskera como el castellano. En abril de 2017 dio un paso más y dictó un decreto para que las señales de todas las localidades contengan las denominaciones en los dos idiomas, indistintamente de la zona lingüística a la que pertenecieran. Eso sí, en la zona vascófona se nombrará primero en euskera y luego en castellano. Y en la zona mixta o en la no vascófona, primero estará en castellano y luego en euskera.
Paso 2:
Educar en euskera
La primera decisión que el Gobierno de Navarra tomó en el ámbito educativo fue suspender el Programa de Aprendizaje en Inglés (PAI) por el que una buena parte de las asignaturas se impartían en ese idioma. Ningún colegio podría adherirse a este programa hasta que no fuera evaluado. Año y medio después llegó la conclusión de que el programa era bueno y más del 80% de los padres y docentes lo consideraban bueno o muy bueno.
Al tiempo que trataba de frenar el aprendizaje en inglés, en febrero de 2016 extendió el modelo D, en el que se imparten todas las asignaturas en euskera, a la totalidad del territorio foral, independientemente de la zona lingüística. El resultado fue que en la zona no vascófona, la mitad sur de Navarra, apenas hubo demanda. En Tudela, por ejemplo, con 35.000 habitantes, sólo una familia preinscribió a su hijo en primero de Educación Infantil en euskera. Sin embargo, en su empeño por implantar la semilla de ese idioma, abrió líneas de euskera en localidades donde no llegaban al mínimo de 8 alumnos exigido por la ley. Así se crearon clases en euskera con 5 alumnos.
En este ámbito, el Gobierno de Navarra también contó con la colaboración inestimable de los ayuntamientos donde gobiernan los mismos cuatro partidos. En febrero de 2016, el Ayuntamiento de Pamplona cambió el modelo en castellano de dos escuelas infantiles, las de los barrios con menor presencia del euskera, e impuso las clases únicamente en euskera. Por las mismas fechas, el Ayuntamiento de Burlada suprimió la enseñanza en inglés de su escuela infantil y dejó exclusivamente el castellano y el euskera.
Paso 3:
Euskaldunizar la Administración
Al mismo tiempo, el Gobierno navarro se marcó como objetivo euskaldunizar la Administración con un triple objetivo, colaborar en la normalización del euskera, premiar a quien ya sabe el idioma y animar a aprenderlo a quien no lo sabía si aspiraba a conseguir una plaza en la Administración Pública.
La primera medida adoptada, en noviembre de 2015 fue aprobar una Oferta Pública de Empleo en Educación de 320 plazas, de las que el 71% eran en euskera. El recurso presentado por el Estado y por sindicatos de Educación por saltarse el máximo de plazas impidió que el Gobierno lograra su objetivo.
Ante la imposibilidad de sacar todas las plazas públicas que deseaban, el Gobierno de Navarra optó por preparar en abril de 2017 un Decreto foral del euskera según el cual se multiplica la puntuación que se concede al conocimiento del euskera, de manera que la mayoría de los funcionarios que entren en la Administración sean euskaldunes.
Al mismo tiempo, promovió entre los ayuntamientos de la Zona Media de Navarra su paso de la zona no vascófona a la zona mixta. El 22 de mayo de 2017 el Parlamento de Navarra aprobó que 44 municipios navarros cambiaran de zona lingüística. ¿Qué supone esto? Que como ahora estos ayuntamientos tienen la obligación de permitir la atención en euskera, tienen que contratar a funcionarios que conozcan el idioma.
Paso 4:
Guiños al nacionalismo radical
El Gobierno de Navarra ha aliñado el proceso de euskaldunización con guiños al sector más radical del abertzalismo y de la izquierda.
A los pocos meses de asumir el poder, en diciembre de 2015, el Gobierno de Navarra retiró la invitación a los Reyes de España para que presidieran el acto de entrega del Premio Príncipe de Viana en el Monasterio de Leyre, algo que había sucedido en el último cuarto de siglo. El 5 de junio, los Reyes sufrieron un nuevo desprecio en Navarra cuando el Parlamento foral aprobó una declaración institucional en la que se pedía un referéndum sobre la Monarquía. El texto se aprobó el víspera de que don Felipe y doña Letizia visitaran la localidad navarra de San Adrián.
En noviembre de 2016, el Gobierno suspendió de forma unilateral el convenio que tenía con la Delegación del Gobierno de España para borrar las pintadas proetarras en las localidades navarras. Al mismo tiempo, alardeó de su buena relación con las víctimas del terrorismo. Dos días después, las víctimas del terrorismo en Navarra firmaron por primera vez en la historia un documento contra el Ejecutivo de Uxue Barkos y le reprocharon que insistiera en el interés que ponía con las víctimas cuando gobernaba gracias a un partido que no condena el terrorismo etarra.
En marzo de 2017 suspendió la web «Relatos de Plomo», que narraba la verdad sobre el terrorismo de ETA en Navarra. La excusa fue que el dominio había caducado y el contenido en iba a integrar en la página del Gobierno de Navarra. Más de 3 meses después, la historia del terrorismo en Navarra continúa desaparecida.
Colaboración municipal
Pero quizás, quienes más se han significado en los guiños a los radicales han sido los ayuntamientos del cuatripartito. En este sentido, especial relevancia ha tenido el Ayuntamiento de Pamplona, dirigido por Bildu. El primer gesto de su alcalde, igual que en otras seis localidades navarras, fue colocar la ikurriña en el balcón consistorial al comienzo de las fiestas patronales. Los jueces dictaminaron que era una decisión fuera de la Ley. En 2017 intentaron colocar la bandera republicana en la fachada del Ayuntamiento, igual que en el Parlamento, y nuevamente fue la Justicia quien remarcó la ilegalidad de la decisión.
El Ayuntamiento de Pamplona también ha tenido gestos hacia los jóvenes radicales, como regalar un chalet a unos okupas abertzales.