Hoy, 3 de mayo, llega al fin al Congreso el proyecto de Presupuestos del Estado para este año para ser debatido y, como parece, ser aprobado. Una vez logrado el apoyo de Ciudadanos, la parte central de las negociaciones desarrolladas por el Gobierno la ha ocupado el PNV, que va a apretar al PP hasta el último segundo en la doble mesa de negociación abierta entre Euskadi y Madrid.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con línea directa con Mariano Rajoy, es quien ultima los flecos de una negociación que como primer hito supondrá cerrar el acuerdo entre el Gobierno central y el Ejecutivo vasco sobre los 1.600 millones de euros que reclama Vitoria.
Además, los nacionalistas vascos han conseguido que Madrid rebaje la estimación del Cupo –el dinero que anualmente entrega el Gobierno vasco al central por los gastos que asume el Estado en el País Vasco por las competencias no transferidas– de los 1.525 millones de euros incluidos en los Presupuestos de 2016 a una cifra que estará en torno a los 850 millones de euros estimados en las cuentas vascas de 2017. Una rebaja sustancial de 675 millones (el 44%) que marcará el criterio sobre este pago de Euskadi al Estado en los próximos cinco años.
«Estamos en la puerta de una paz fiscal para 15 años en Euskadi», adelantó ayer el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, mientras el ministro Cristóbal Montoro y el consejero de Hacienda, Pedro María Aspiazu, ultimaban un acuerdo que resuelve la demanda de Euskadi sobre el Cupo pagado en los últimos 10 años y que al reducir su cálculo en las cuentas de 2017 establece un criterio sobre el nuevo «índice de actualización» que determinará su cuantía hasta el año 2022.
Ortuzar ya anunció el pasado jueves la intención de su partido de mantener la negociación «hasta el último minuto» y a última hora de la noche de ayer en la sede nacionalista no se descartaba que el acuerdo se cierre minutos antes de la intervención de Aitor Esteban en el Pleno del Congreso que arranca hoy. Una dura negociación con la que el PNV no sólo quiere garantizarse el acuerdo sobre el Cupo, sino en la que se incluyen exigencias como una adecuación de la tarifa eléctrica para las empresas vascas, un aumento en las inversiones en infraestructuras y la retirada del anunciado recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley vasca de abusos policiales.
Además de con Cs y el PNV, el Gobierno contará en el Congreso con el apoyo de Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN para tumbar las enmiendas a la totalidad.