EL CORREO 03/08/13
Llama a sumarse al «ámbito democrático» a la izquierda abertzale, que justificó que varios jóvenes increparan al lehendakari en Azpeitia
El PNV salió ayer en defensa del lehendakari después de que un grupo de jóvenes le increpara la víspera en Azpeitia. La encargada de mostrar el apoyo del partido a Iñigo Urkullu fue la europarlamentaria jeltzale Izaskun Bilbao. «Lo que ocurrió no fue libertad de expresión, sino un insulto», censuró tajante.
Bilbao se pronunció de esta forma a raíz del incidente que se produjo el jueves durante el desfile de autoridades celebrado en el municipio guipuzcoano con motivo de las fiestas de San Ignacio. Varios jóvenes profirieron gritos de «fascista» y «payaso» dirigidos al jefe del Ejecutivo vasco, mientras éste participaba en la comitiva oficial junto al diputado general Martin Garitano y la corporación municipal –el Ayuntamiento está en manos de Bildu–.
Urkullu se encaró a los alborotadores. Les instó a repetir lo que habían dicho. «Qué teatro», le dijo en euskera uno de los jóvenes. «No, el teatro lo has hecho tú», le contestó también en euskera el lehendakari antes de proseguir la marcha. Al finalizar la marcha, y en declaraciones a los medios de comunicación, el jefe del Ejecutivo exigió «un ejercicio de cultura de respeto» hacia las instituciones y sus representantes «para no caer en el libertinaje de cualquier insulto que va más allá de un ejercicio honesto de libertad de expresión».
La reacción del diputado general de Gipuzkoa fue bien distinta. Lejos de criticar los insultos a Urkullu, Garitano calificó lo ocurrido como una «actitud de protesta» que se produce porque no se ha llegado todavía a un «escenario de normalización política y de paz».
La europarlamentaria del PNV no dio crédito ayer a estas declaraciones. «Para ciertas personas tiene que ser muy difícil estar en un lado de la barrera y en muy poco tiempo pasar a ser un responsable institucional», expresó en una entrevista en Radio Euskadi. Bilbao, que insistió en que los insultos no son «libertad de expresión» –en línea con la opinión que manifestó el propio Urkullu–, lamentó que «algunos» no hayan «avanzado lo suficiente ni hayan cambiado su cultura política, de agresiones». «Todavía están en fase de transición», señaló.
La expresidenta del Parlamento vasco dijo confiar en que «igual que el resto, ellos –en alusión a la izquierda abertzale– se sumen al ámbito democrático, en el que hace falta respeto institucional para poder avanzar en la paz y la normalización». «Que no mezclen cosas. Insultar es insultar», añadió.
«Dimensionar» el incidente
Al incidente de Azpeitia se refirió asimismo Bildu. El portavoz de la coalición abertzale en el Parlamento navarro y secretario general de EA en la comunidad foral, Maiorga Ramírez, consideró ayer que el hecho de que un grupo de jóvenes increpara al lehendakari no es más que una «situación espontánea» que responde a la «indignación social».
Ramírez reconoció que este tipo de acciones superan «en muchos casos lo que es un diálogo aceptable entre la ciudadanía y los representantes políticos». Ahora bien, subrayó la necesidad de «dimensionar cada una de estas expresiones». «No debemos obviar la cuestión de fondo», señaló.
El portavoz de Bildu se refirió así a la crisis económica, y a las «medidas que se están adoptando contra los trabajadores y los servicios públicos», como también a la «corrupción generalizada» que existe en el «Estado español». «Hay que ser conscientes de que la ciudadanía está exigiendo actuaciones concretas para cambiar de modelo y las decisiones políticas que se están tomando van en contra del sentir mayoritario de Euskal Herria», apostilló.