El PNV abrió ayer la vía al mayor logro institucional de la izquierda abertzale radical en toda su historia al dejarle casi servido en bandeja el Ayuntamiento de San Sebastián.
Como último contacto oficial antes de que el próximo sábado se constituyan los consistorios, una delegación del partido que preside Iñigo Urkullu se reunió con otra de Bildu, a la que ratificó que no va a entrar en un pacto con socialistas y populares en su contra, lo que sitúa a la coalición a las puertas de gobernar la capital guipuzcoana. No solo eso, sino que el PNV difundió a última hora de la noche un comunicado de su ejecutiva nacional en el que precisa que presentará sus propias candidaturas en todos los Ayuntamientos y, por vez primera, detalló que lo hará en las tres Diputaciones. En todos los casos, el PNV se votará a sí mismo. Eso sí, la ejecutiva deja una última puerta abierta al asegurar que ello será así «salvo que de aqui a la celebración de los plenos de las tres Juntas Generales concurran otras circunstancias que ahora no se prevén».
Dado ese anuncio, solo si socialistas y populares se aviniesen a votar al aspirante peneuvista a la alcaldía, Eneko Goia, algo absolutamente descartado, se podría cerrar el paso a Bildu en el consistorio de la capital guipzucoana.
El secretario general de EA y portavoz de Bildu, Pello Urizar, ya adelantó por la mañana tras la reunión con la delegación del PNV que esta le había dado la garantía de que rechaza la oferta de PSE y PP para un pacto de gobernabilidad en las instituciones municipales y forales. La delegación peneuvista era la misma que el pasado jueves mantuvo sendas reuniones con PSE, PP, EB y Aralar.
El entendimiento a tres bandas resulta imposible si no es en el marco de un pacto global que incluya contraprestaciones en otras instituciones y al que ya ha renunciado el PNV. Máxime, tras el desaire de nacionalistas y populares al gesto socialista de optar como posible candidato de consenso en San Sebastián al hasta ahora viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, en detrimento de su cabeza de lista, Odón Elorza, vetado por las otras dos formaciones.
El rechazo a pactos contra Bildu no evidencia, sin embargo, un acercamiento programático entre el PNV y la coalición en San Sebastián. La formación nacionalista constató ayer «una notable falta de concreción» en las propuestas abertzales, así como «una preocupante indefinición» en «proyectos vitales», como la gestión de residuos o la entrada en la ciudad del AVE. Aún así, el candidato de Bildu a la Alcaldía, Juan Carlos Izagirre, se mostró convencido de presidir el equipo de gobierno municipal y pronosticó «acuerdos puntuales» con otros partidos para cumplir su programa.
Mayor incertidumbre se mantiene en torno a las Diputaciones, sobre todo, las de Guipúzcoa y Álava. En el primero de los territorios, el triunfo de Bildu ha sido más incontestable que en San Sebastián. La decisión peneuvista de presentar a su propio candidato, Markel Olano, abre aquí una pugna directa con la coalición y forzará a socialistas y populares a pronunciarse, aunque ya han adelantado que no le darían su voto si no era en el marco de un pacto global.
La relevancia de la Diputación guipuzcoana no tiene parangón con el Ayuntamiento donostiarra, dados los numerosos proyectos estratégicos que afectan al territorio y el recelo que un posible Ejecutivo de Bildu ha generado entre los empresarios.
Si en Guipúzcoa el PNV competírá con Bildu, en Álava, en cambio, va a necesitar sus votos -y los de EB- para impedir que el popular Javier de Andrés, vencedor en las urnas, acceda al sillón foral. La coalición ya ha avanzado que prestará su apoyo a los nacionalistas sin pedirle ninguna contraprestación a cambio, aunque ese acuerdo se ceñirá exclusivamente al pleno de investidura. Sin embargo, en la dirección peneuvista existe plena conciencia de la debilidad a la que en esa situación se vería abocado Xabier Agirre durante toda la legislatura.
El presidente vizcaíno del PNV, Andoni Ortuzar, presente en la cita matinal, dejó claro en una entrevista en Radio Euskadi que será en un «segundo tiempo político» cuando se abordará la constitución de las instituciones forales, cuya negociación desvinculó de la de los Ayuntamientos.
El programa de posibles pactos se abordó ayer durante la habitual reunión semanal de la ejecutiva peneuvista en Sabin Etxea, a la que sucedió una convocatoria de la Asamblea Nacional, que fue informada del mismo. El presidente del partido, Iñigo Urkullu, comparece hoy en Bilbao para precisar los detalles de su posición.
EL PAÍS, 7/6/2011