EL CORREO 09/01/14
· Tacha de «oportunistas» las detenciones y pide un cambio de «180 grados» en las decisiones de Interior y en las personas que «las gestionan».
El PNV respondió ayer al dispositivo de la Guardia Civil contra el grupo de interlocución de los presos de ETA con una contundente declaración plagada de calificativos despectivos contra una operación que calificó de «sospechosa y oportunista», y que, en su opinión, evidencia una «falta de inteligencia política» por parte del Ministerio del Interior y «una falta de sintonía con los deseos de paz y convivencia» de la sociedad vasca.
El malestar de la formación jeltzale se hizo público a última hora de la tarde por medio de una nota oficial, no muy extensa, pero repleta de cargas de profundidad contra el departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz. En apenas 20 líneas, la formación presidida por Andoni Ortuzar expresó sus dudas contra una operación que, en su opinión, «alimenta a los sectores más duros y radicales de uno y otro extremo».
De hecho, el PNV no ocultó su temor a que este tipo de sucesos alienten a los grupos más reacios en la izquierda abertzale a realizar gestos que faciliten la disolución de ETA de forma definitiva y un desarme a corto y medio plazo. «Frente a quienes pretenden la involución, el PNV respalda a quienes están dispuestos a seguir dando pasos para cerrar de forma definitiva la brecha de la violencia y alcanzar una paz duradera en Euskadi, y les anima a no caer en ninguna provocación que les desvíe del camino unilateral emprendido», afirmaba el texto.
De forma clara, el PNV vinculó las detenciones con el acto que varios ex presos celebraron el sábado en Durango –varios de los presentes fueron detenidos ayer– y con la concentración que este sábado se desarrollará en Bilbao en favor de los reclusos de ETA. En tono grave, los jeltzales hicieron pública su «alarma» y «preocupación» por el «tenor y el momento» de una operación, que considera una «provocación política» y que es «contraria a la dirección correcta» en que, «aunque más lentamente de los que nos gustaría, transita la sociedad vasca en los últimos tiempos».
Por este motivo, el PNV considera necesario «y urgente» proceder a un «cambio de 180 grados» en «la gestión judicial de esta materia, anclada en una legislación excepcional». Pero no sólo eso. Los jeltzales también creen que esos cambios tienen que afectar a las políticas que desarrolla el Ministerio y a «las personas que las gestionan», una forma de pedir dimisiones al más alto nivel. «Actuaciones como la de hoy (por ayer) evidencian una falta de inteligencia política y una falta de sintonía con los deseos de paz y convivencia de la sociedad vasca», apunta el texto del PNV, que una hora más tarde, aproximadamente, que otra enviada desde el Gobierno vasco, igualmente dura, pero no tanto como la remitida desde Sabin Etxea.
Aunque el Ejecutivo recalcó que no tenía previsto realizar «valoración alguna hasta conocer y aclarar todos los detalles», sí dejó clara su postura al hablar de «confusa operación» y mostrar su «estupor» por «las contradictorias informaciones emitidas en torno a la supuesta ‘operación antiterrorista’», en alusión al hecho de que el Ministerio la hiciese pública antes de que la Guardia Civil procediese a las detenciones.
«Ahogar el proceso de paz»
En una línea muy similar a la expresada por el PNV, el Gobierno vasco deseó que el dispositivo policial esté «plenamente justificado en un momento en el que en Euskadi se está viviendo un nuevo tiempo en un proceso complejo de construcción de paz, ilusión y esperanza».
Estas críticas se sumaron a las procedentes desde la izquierda abertzale. El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, consideró las detenciones como una respuesta al «compromiso por la paz» expresado por los reclusos de la organización terrorista a través de un comunicado hecho público hace un par de semana y el acto del sábado en Durango. A su juicio, constituyen el «enésimo intento del PP de ahogar el proceso de paz». Por este motivo, Barrena dijo «no tener ninguna duda» de que la operación había sido «ordenada y coordinada» por quienes «tienen miedo a la paz y dudas sobre la debilidad de sus argumentos políticos».
«Buscan que cunda el desánimo en la sociedad vasca, quieren mantener viva la violencia en el contexto político del país, quieren hacer del sufrimiento el pan de cada día», manifestó Barrena, quien destacó que los detenidos «son personas que han tomado partido con determinación por la paz y las soluciones políticas que necesita este país». También fueron muy críticos desde EA y Alternatiba, ambas pertenecientes a EH Bildu.
EL CORREO 09/01/14