EL CORREO, 7/10/11
Egibar dice que la antigua Batasuna solo puede hablar de «víctimas y presos» y Bilbao invita a los vascos a «pedirle cuentas»
No pasa un solo día en esta campaña sin que el PNV arremeta contra la izquierda abertzale -a la que ha interiorizado como el rival que puede arrebatarles definitivamente la hegemonía vasca- con dos argumentos fundamentales: haber justificado la violencia en un pasado no demasiado lejano y estar demostrando, tras su conquista del poder institucional en Gipuzkoa, que continúa «en el reino del ‘no’», como dijo ayer Iñigo Urkullu.
El presidente del EBB participó en un mitin en el Kursaal donostiarra, en el que le acompañaron el líder del GBB, Joseba Egibar, y la cabeza de lista por este territorio, Arantza Tapia. Los tres se refirieron a la antigua Batasuna en sus discursos; también lo hizo José Luis Bilbao, que participó con el aspirante al Senado Iñaki Anasagasti en una fiesta en el batzoki bilbaíno de Matiko. Solo el lehendakari Patxi López puede competir con la izquierda abertzale como blanco de las críticas del PNV, aunque en menor medida. Urkullu decidió matar dos pájaros de un tiro y equiparó el «’modelo López’» con el de Bildu en la Diputación guipuzcoana, porque ambos se basan en la filosofía «primero parar, después preguntar».
El líder del PNV reprochó a la izquierda abertzale que su receta para gestionar las instituciones sea «estudiar, analizar, esperar, aplazar, parar». «Por el análisis, a la parálisis», censuró el presidente jeltzale, que acusó a Bildu de «repetir el modelo del PSE y PP, que llevan así ya dos años y medio en el Gobierno vasco». «Dilación y dilución. Esto es la izquierda abertzale y esto es también López-Basagoiti», insistió Urkullu, quien, por el contrario, destacó la «credibilidad» del PNV, contrastada por «el fruto» que ha dado su presencia ininterrumpida en Madrid durante más de treinta años. También por el «liderazgo efectivo» que ha ejercido al frente de las instituciones vascas durante todo ese tiempo,un balance que resumió citando las grandes infraestructuras a las que la izquierda abertzale se opuso en su momento, como la autovía de Leizarán, el Tren de Alta Velocidad o la regeneración de la bahía de Pasaia, «que acabará siendo también que sí».
Además. recalcó que su partido es «el modelo de la no violencia» y reclamó «paz por paz», eso sí, con «talla humana» y «altura de miras» para «demostrar la grandeza de la democracia» y el «respeto a todos los derechos humanos».
«Demócratas tardíos»
El diputado general de Bizkaia también echó ayer en cara a la izquierda abertzale su trayectoria histórica. Directamente, pidió a los electores que el 20-N ayuden con su voto a «poner en su sitio» a ese sector político, que solo ha generado «destrucción, sangre y dolor» aunque «ahora se presente como salvapatrias».
José Luis Bilbao consideró que ha llegado el momento de que la sociedad vasca «pida cuentas» a la antigua Batasuna «por la herencia de sufrimiento» y la «deuda económica» que ha legado a Euskadi el terrorismo de ETA. «Esos demócratas tardíos, esos que ahora aparecen sonrientes hablando de paz, son los mismos que hace años apoyaron la alternativa KAS y defendían socializar el sufrimiento», clamó el diputado general. Bilbao enfrentó así la actitud de un PNV que «ha sacado a este país adelante a golpe de puro empujón» con el «perjuicio económico» al que la izquierda abertzale ha contribuido «con su amenaza, su extorsión y su kale borroka».
También Joseba Egibar reprochó a la antigua Batasuna su apoyo a «una estrategia político-militar equivocada» y que, décadas después, solo esté en condiciones de hablar de «víctimas y presos». «¿Dónde está el conficto?», les preguntó en un acto en el que no faltó la diaria apelación del PNV a su nuevo mantra soberanista, el nuevo estatus político para Euskadi que esperan pueda ser ratificado en 2015.
EL CORREO, 7/10/11