EL CORREO, 17/12/11
Presenta una iniciativa en la que reclama al Gobierno que inicie un «marco de diálogo» para abordar este «nuevo tiempo»
El futuro de los presos de ETA sigue en el mismo centro del debate político. Todos los partidos se esfuerzan por dejar clara su postura en torno a una cuestión que toca la fibra más sensible de los simpatizantes de cualquier formación y en la que, por tanto, resulta muy complicado alcanzar consensos. Ayer, entre las distintas reacciones que se produjeron sobre los reclusos de la banda, el PNV protagonizó un nuevo gesto al iniciar la legislatura registrando una iniciativa en el Congreso en la que pide al PP un «marco de diálogo» dirigido a flexibilizar la política penitenciaria y que permita abordar la «convivencia pacífica entre ideologías diferentes».
Esta petición forma parte de un paquete más amplio de medidas que el Grupo Nacionalista registró ayer en el Congreso recién constituido, en el que Amaiur se ha situado como primera fuerza abertzale con 7 diputados tras el cese definitivo de ETA. En este «nuevo escenario», la proposición del PNV reclama una orientación «más flexible y dinámica» a la política penitenciaria, de tal forma que «propicia el fin de la violencia». La iniciativa, según fuentes del partido, es prácticamente idéntica a otra que presentó en 1998 cuando gobernaba Aznar.
La propuesta del grupo que encabeza Josu Erkoreka también pide solidaridad con todas las víctimas del terrorismo y anima a los partidos a desarrollar un «proceso» de «diálogo» y «respeto» que ayude a consolidar el fin de la violencia. A su juicio, esta iniciativa no debería encontrar, tal y como está planteada, ninguna dificultad para ser aprobada. El resto de iniciativas del PNV inciden en otras cuestiones, como la austeridad económica o el uso del euskera.
Covite, contrario al traslado
El lehendakari también tomó ayer la palabra en el Parlamento vasco, en respuesta a sendas preguntas de EA y UPyD, para volver a reclamar la «reinserción social» de los presos de ETA que rompan de forma decidida con la organización terrorista y asuman la legalidad. Patxi López, que ya defendió estas ideas en el pleno de política general, subrayó que es «evidente» que nos encontramos ante un «nuevo tiempo» en el que cabe aplicar una política penitenciaria «más flexible». López adelantó que trasladará estas cuestiones al futuro presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, en la primera reunión que mantengan.
Frente a las acusaciones de «inmovilismo» de EA y la exigencia de «firmeza» de UPyD, el máximo responsable del Gobierno vasco insistió en que las medidas en este terreno, como los acercamientos de presos, deben adoptarse «sin prisas» y sin perder de vista que ETA no ha dejado de existir.
Totalmente contrario a esta postura se mostró el colectivo de víctimas del terrorismo del País Vasco (Covite). A su juicio, el traslado de presos de ETA a cárceles vascas «conculcaría en muchas ocasiones los derechos de los afectados por la violencia», ya que a muchos etarras la Justicia les prohibe acercarse a sus víctimas. Covite, además, recordó que el cumplimiento de las condenas en el País Vasco no constituye «un derecho de los presos», sino que es competencia de la administración penitenciaria.
EL CORREO, 17/12/11